"Me emociona que haya tanta gente", expresó con los ojos húmedos Esteban Paulón, secretario de la Federación Nacional de Gays, Lesbianas y Trans, cuando terminó el discurso. La manifestación a favor de la ley de matrimonio igualitario que tiene media sanción de la Cámara de Diputados, y se tratará el 14 de julio en el Senado llenó ayer la plaza Montenegro, con las primeras sombras de la noche. Había integrantes de la comunidad lgtb, pero también militantes de partidos políticos, de organizaciones sociales, personas que concurrieron por la suya, para no regalar el espacio público. "Queremos transmitirles tranquilidad, lo del martes es la última reacción de un sector que no acepta la igualdad. El debate ya está ganado", arengó Paulón, y recordó que el matrimonio "es una realidad. Ayer se casó la novena pareja. Son matrimonios válidos, valen para la ley". Que se trata de una necesidad lo sabe Ana Romero, activista lesbiana que está enferma, y "espera que salga la ley para que su compañera no se quede sin nada". Así lo contó una integrante del Taller Permanente de la Mujer del cordón industrial, amiga de Ana.

Al final, antes del himno Soy lo que soy, los que habían llevado su cartel lo levantaron, y se vio una marea de "Sí, quiero". Se vieron carteles en papel blanco, impresos por organizaciones políticas. Los había también hechos a mano, en cartulina amarilla, y también rosa, escritos con fibrones. Había uno, pequeño, sobre cartulina negra, en letras rojas, con un corazón dibujado. Las pancartas caseras fueron diversas. "Homofobia, estás out", decía una, sostenida por un veinteañero. Al lado, otro joven levantaba su cartulina escrita a mano: "El futuro se construye con amor".

Entre los presentes estaban el diputado nacional Carlos Comi, el concejal Pablo Colono y la diputada provincial Lucrecia Aranda, los dos del partido Socialista. A ellos, el presidente de Vox Asociación Civil, Guillermo Lovagnini, les agradeció el apoyo. Las organizaciones políticas que se sumaron fueron desde el Movimiento Evita hasta Pan y Rosas, el Partido Humanista y la Asociación Rosarina de Estudios del Cannabis. La multitudinaria manifestación congregó además a cientos de personas que llegaron por la suya, para mostrar su adhesión a la ampliación de derechos. Como la locutora María Fernanda Rey, que llevaba orgullosa un rosario blanco y el cartel escrito a mano: "Soy católica y estoy a favor de la adopción y el matrimonio gay". En la misma escalinata de la plaza, los militantes de izquierda cantaban "Iglesia, basura, vos sos la dictadura".

El acto comenzó cuando la tarde ya se había ido, y el pequeño equipo de sonido dio cuenta de que la convocatoria había superado las expectativas. El primer orador de una larga lista fue Lovagnini, que afirmó: "Gays, lesbianas y trans no se callan más la boca. No nos van a hacer callar". Luego habló Paulón, impulsor incansable de la ley que redactó la diputada santafesina del Partido Socialista (mandato cumplido), Silvia Augsburger. "Hemos logrado salir a la calle, somos visibles. Y aquellos que al principio del debate nos decían que estaban a favor de la igualdad, hoy se les nota en la piel que son homo-lesbo-transfóciso, que nos quieren en un ghetto. Pero al ghetto no vamos a ir", afirmó Paulón en relación con el restrictivo proyecto de Unión Civil que tuvo dictamen favorable en la Comisión de Legislación General. El abucheo a Liliana Negre de Alonso y los obispos platenses Héctor Aguer y Antonio Marino fue generalizado.

En otra plaza, la Pringles, durante todo el día, un grupo de católicos que pertenecen a la Red Familias acampó y juntó firmas contra el proyecto de matrimonio igualitario. Una destacada integrante de ese grupo confesó su frustración. "La gente me insulta, no me alquilan baños públicos, me niegan un vaso de agua en los bares", contó ante periodistas.

Rodeada de consignas que reivindican el amor, en la manifestación del "Sí quiero", la directora del Area de la Diversidad municipal, Noelia Casati, fue espontánea. "Es una alegría expresar que nos estén acompañando, para hacer frente a las declaraciones horrorosas" de los detractores de los derechos de las personas del mismo sexo. También tomó la palabra Angie, transexual que trabaja en el cuerpo de bomberos Zapadores. "Mi familia me crió con conciencia católica. Soy creyente. Dios existe para dar amor. No está mal la religión, sino los hombres que la practican", dijo frente a la plaza.

Con el corazón habló también Daniela del grupo Mis Mamás. "Es la primera vez que salgo a dar la cara. Nuestras familias ya existen. Nuestra hija tiene dos mamás, no le falta un papá. Espero que el martes la ley salga. Es un orgullo para mí ser mujer, es un orgullo ser madre, es un orgullo ser lesbiana", dijo temblorosa por su primera exposición pública, y cosechó cálidos aplausos. Mientras Daniela hablaba, una joven con piercing en el labio saludaba feliz la llegada de una amiga: "Vamos los heterosexuales haciendo apoyo". El domingo, a las 15, habrá una mateada frente al Planetario para expresar el apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo.

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