Los trabajadores de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), nucleados en el sindicato de Luz y Fuerza, suspendieron la atención al público hasta las 14 de ayer, en adhesión al plan de lucha de los operarios de la Central Térmica Sorrento, que está "fuera de servicio" hace un mes. Además, amenazaron con profundizar las medidas de fuerza si no se busca una solución de fondo. Según denunciaron, el cierre de la planta, por falta de mantenimiento, significaría la pérdida de más de 50 puestos de trabajo. El reclamo se hizo sentir con una marcha, en la que hubo pirotecnia. Luego, los empleados se concentraron frente a la sede sindical de Paraguay al 1100. "Los compañeros de la EPE se sumaron a la protesta de los de Sorrento, junto a Transener y el resto de la cooperativas eléctricas. Fue un éxito", dijo a este diario Alfredo Romero, secretario general del gremio. El sindicalista sostuvo que la medida intentó acompañar el plan de lucha que llevan adelante los trabajadores de la usina, y que tiene que ver con la "deuda" que los propietarios con sus empleados, la "falta de paritarias" y el "cese de actividades" en la planta.

En noviembre del año pasado, la empresa y los empleados firmaron -ante la cartera laboral de Nación- un acuerdo salarial que "no se cumplió en todo este tiempo", dijo Romero. En aquel entonces, ya habían denunciado "vaciamiento y falta de inversión" por parte de uno de los accionistas mayoritarios. Ahora, solicitaron al Ministerio de Trabajo de Nación que interceda, ante el temor de perder sus fuentes de trabajo por falta de inversión en la planta. "Está en un estado total de abandono. Hace falta una fuerte inversión", dijo Romero, quien comentó que hace un mes, la usina está "fuera de servicio, porque no hay personal capacitado para reparar la maquinaria, y ese trabajo debe ser tercerizado".