"No estamos para nada conformes", admitió ayer Lucas Santiago, propietario de la cadena Grido respecto a la propuesta de regulación para heladerías que propondrá la municipalidad a empresarios del rubro y concejales con un tope de 20 locales por firma. El empresario cordobés, que ya abrió 14 locales y tenía proyectado llegar a 70, advirtió que al menos exigirá al municipio que "habilite las 10 tramitaciones que están en marcha con inversiones ya comprometidas". Santiago fue más allá al señalar que de aprobarse este esquema regulatorio en el Concejo "Rosario será la única ciudad grande del país que fije trabas al mercado del helado, producto de un temor infundado".

Mañana en el Palacio de los Leones la intendencia tiene previsto recibir a los presidentes de los diferentes bloques políticos del Concejo que integran la comisión mixta creada a fines de julio tras la suspensión por 60 días de nuevas habilitaciones de heladerías. También asistirán los empresarios locales nucleados en la Cicha.

Allí, el Ejecutivo oficializará su propuesta de regulación, adelantada ayer por Rosario/12 que fija un tope entre 15 y 20 bocas por firma. "No estamos para nada conformes, lamentablemente muy pocos rosarinos van a tener acceso a nuestra oferta de productos", sostuvo Santiago por LT8. El empresario cordobés comentó que en estas semanas mantuvo reuniones con ediles y funcionarios a quienes acercó información sobre la firma "una empresa familiar de 70 años de trayectoria, eficiente, con precios accesibles y que en su expansión en distintas ciudades no afectó a la competencia que ya estaba funcionando".

Para Santiago de prosperar el plan oficial "se cometerá un error de ir contra el mercado. La lógica de instalación de heladerías está vinculada con la cercanía, acá los clientes no quieren caminar más de cinco o seis cuadras para tomar un helado, como pasa con las verdulerías o el almacén de barrio", argumentó para después preguntarse si el Concejo regulará también esos rubros con idéntico criterio restrictivo.

El titular de Grido se mostró igualmente confiado "de cara al futuro. Esto seguramente se revertirá porque lo que están proponiendo ahora es producto de un temor infundado. Es un concepto equivocado que seguramente irá cambiando. Sólo tuvimos trabas similares en Villa Gobernador Gálvez, en el resto del país no tuvimos problemas".