Más de cinco mil personas con patines, bicicletas, patinetas y a pie pasearon ayer por un bulevar Oroño despejado de autos y cualquier otro vehículo con motor. Fue durante el debut del circuito recreativo que comienza en el Parque de la Independencia y finaliza en la costa, dejando liberados unos 13 kilómetros, que incluyen el parque Scalabrini Ortíz, para disfrutar de la ciudad en familia. Ayer y los próximos domingos, la propuesta de la municipalidad para "cambiar el aire", se extiende durante la mañana, de 8 a 13. El director de Recreación y Deportes municipal, Rolando Dal Lago, dijo a Rosario/12 que ante lo "positivo" de la experiencia de ayer, se "analizará la posibilidad" de hacer extensiva la jornada recreativa a los días feriados. "Esta semana estaremos evaluando los reportes y estadísticas de la jornada, que tienen que ver con cantidad de paso de autos y la respuesta de la gente que participó, para estudiar mejoras en la actividad y ver si el sistema de organización vehicular es correcto o hace falta aplicar cambios", indicó.

Luego del acto de presentación del circuito, el gobernador Hermes Binner y el intendente Miguel Lifschitz, acompañados por el secretario de Promoción Social, Juan Raúl Capilla; la subsecretaria de Acción Social, Andrea Travaini; y Dal Lago, pusieron en marcha la propuesta "Cambiá el aire. Calle recreativa", que estimula la actividad física y la vida saludable, y fueron de los primeros en largar la caminata.

"Libertad y vida saludable" fueron los factores que hicieron que miles de rosarinos y turistas llegaran en diferentes medios de movilidad amigables para el medio ambiente. Además, algunos se animaron a las clases abiertas de gimnasia en las inmediaciones de los Silos Davis y un grupo de jóvenes emprendedores alquiló bicicletas. De esta manera, las nubes que amenazaban traer agua durante la mañana, finalmente no estallaron, y la calle atrajo a niños, adolescentes y adultos de todas las edades.

Con esta iniciativa, la fisonomía de la zona de Oroño y alrededores cambió significativamente por algunas horas: carteles de señalización en las calles adyacentes al bulevar anunciaban el comienzo de la zona "recreativa" y alertaban a los automovilistas sobre la posibilidad de cruzar la avenida, siempre y cuando se respeten los semáforos y se cruce a paso de hombre. Dal Lago reconoció que, a priori, habrá que mejorar "la sincronización de algunos semáforos y agregar cartelería". Pese a que "las estaciones de servicios y supermercados de la zona trabajaron bien", el funcionario indicó que "hubo reclamos mínimos", pero que "fue mayor la alegría que manifestó la gente".

Por su parte, Lifschitz aseguró que hubo una respuesta "favorable" de la ciudadanía y de los consorcios y negocios involucrados en el circuito. Hubo, además, una "muy buena predisposición" al contacto con los parques y el río mediante el uso de medios de transportes alternativos. Además, dijo que desde la Municipalidad se espera poder continuar y avanzar con este tipo de actividades que "permiten la integración social y familiar", y logran una "mejor calidad de vida" para todos los ciudadanos.

Por otro lado, desde el municipio recordaron que el circuito cerrado no impidió la salida o entrada de vehículos por el bulevar Oroño en el tramo afectado al circuito siempre y cuando esto fuera absolutamente justificado; es decir, "siempre y cuando el automovilista no tenga otra alternativa que circular por allí para llegar a su destino o para salir de su hogar o negocio. Además, está habilitado el atravesamiento, a paso de hombre", indicaron.

El recorrido, que se repetirá los próximos domingos, conecta el Parque de la Independencia, bulevar Oroño, avenida De la Costa, avenida Francia y el Parque Scalabrini Ortiz, y durante esas cinco horas el tránsito queda restringido. En el espacio se efectuarán además múltiples actividades como clases de gimnasia, minihandbol, minibásquet y encuentros deportivos para sumar propuestas a las que la gente lleva desde sus casas.