Miguel Lifschitz admitió ayer, por primera vez, que ya tiene un candidato para sucederlo en la intendencia. "Tengo algún nombre que me parece es el mejor para encarar la nueva etapa de la ciudad, pero es prematuro anticiparlo. Es un tiempo para tratar de lograr los acuerdos necesarios como para que sea un nombre que surja con todos los apoyos que debe tener para garantizar un proceso electoral exitoso", sostuvo el jefe comunal. Una alta fuente municipal confió a este diario, que los nombres que maneja el intendente son dos: Clara García y Fernando Asegurado. La actual concejala ya encabezó la lista del PS en la última elección legislativa y ocupó la Secretaría de Servicios Públicos cuatro años y otros dos estuvo en Producción. El secretario de Gobierno es la mano derecha del jefe comunal y su operador político desde que ocupaba una banca en el Palacio Vasallo. "Igual todo está atado a la suerte de la interna a nivel provincial", aclaró el funcionario consultado.

Hasta ayer, Lifschitz se había mostrado ajeno a la discusión política en torno a su sucesión. "Por una doble responsabilidad, porque encabeza la gestión municipal y porque además es el presidente del Partido Socialista en la provincia", explicó otro allegado al intendente.

Fue una consulta sobre el lanzamiento de Mario Barletta a la gobernación lo que generó la primera declaración de Lifschitz de cara a las elecciones municipales de 2011. "Era natural que la convención de la UCR, que si bien no puede proponer candidatos, expresara su voluntad de que hubiera un candidato radical, esto era vox pópuli, no es ninguna sorpresa", sostuvo de entrada.

Luego, respecto a la contienda electoral del año próximo en el Frente Progresista, planteó: "No soy partidario del mecanismo de internas, más allá de que está previsto por la legislación, pero creo que no sería conveniente llegar a este extremo. Si no hay consenso, es un recurso que está habilitado y seguramente se podrá utilizar, pero me parece que hay tiempo para eso, todavía no está convocada en los cronogramas electorales. Hasta que eso ocurra puede haber alguna definición".

En ese marco admitió que tiene "algún nombre que me parece es el mejor para encarar la nueva etapa de la ciudad, pero es prematuro anticiparlo. Es un tiempo para tratar de lograr los acuerdos necesarios como para que sea un nombre que surja con todos los apoyos que debe tener para garantizar un proceso electoral exitoso".

En el gabinete municipal los dichos de Lifschitz sorprendieron. "Pensábamos que iba a continuar prescindente, al menos públicamente", dijo el responsable de una Secretaría municipal a Rosario/12 para después agregar que el propio Lifschitz "todavía no tiene en claro cuál será su destino político después del 10 de diciembre de 2011 ya que la interna del partido no está resuelta ni mucho menos".

Siguen en carrera para desembarcar en la Casa Gris el líder del partido, el senador Rubén Giustiniani y el ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti, el delfín de Binner. "Aunque Miguel se referencia en el espacio de Hermes, tiene buena llegada con el sector de Giustiniani y espera un 'gesto' del gobernador", agregó la fuente. El gesto al que aspira Lifschitz es que su candidatura pueda surgir como prenda de unidad en el PS para evitar la fragmentación del voto socialista en la interna del Frente Progresista con radicales y aristas.

Para el municipio Lifschitz piensa por estas horas en dos nombres: Clara García y Fernando Asegurado. "El resto de los precandidatos que reconocieron intenciones de jugar no lo convence, ni (Raúl) Lamberto, ni (Miguel) Cappiello ni (Horacio) Ghirardi ni (Miguel) Zamarini", confió el funcionario consultado. "Todo se resolverá cuando aclare el panorama en la provincia. El escenario cambia de acuerdo a quien sea él o los candidatos a gobernador, de acuerdo al sector que pertenezcan. Si finalmente es Miguel o Bonfatti el candidato a gobernador, para la intendencia seguramente será alguien del sector de Giustiniani, muy probablemente Zamarini", actual presidente del Concejo.