A comienzos de 2012, Rosario pondrá en funcionamiento la primera planta de clasificación y compostaje de residuos orgánicos del país, con una inversión nacional de 11 millones de pesos. Así lo estimó el secretario de Servicios Públicos y Medio Ambiente municipal, Gustavo Leone, que anteayer acompañó al intendente Miguel Lifschitz a un encuentro con el nuevo secretario de Medioambiente de la Nación, Juan José Mussi, con quien acordaron la continuidad de los proyectos locales. La idea es que la licitación se abra entre este mes y el próximo, para que "a mediados de año comience la construcción", que llevará "entre seis y diez meses", según calculó el funcionario. La planta se construirá en la zona oeste -a la altura de Presidente Perón 8900-, y permitirá el tratamiento de 250 toneladas de residuos diarios: un 30 por ciento del total producido cada día en la ciudad. Además, en las próximas semanas, el municipio enviará a Mussi una solicitud de unos 5 mil contenedores, para sumar a los más de dos mil que ya hay distribuidos en la ciudad. Para Lifschitz, el encuentro fue "sumamente positivo".

El objetivo de la reunión en Capital Federal fue avanzar en el Plan Integral de Residuos para la ciudad, y las autoridades locales volvieron con respuestas positivas. Según indicó Leone a Rosario/12, la semana que viene se estaría firmando el acta de llamado a licitación de la planta de separación y compostaje de residuos orgánicos, a levantarse en la zona de Bella Vista. Con ese avance, se podrá lanzar la presentación de ofertas, y a mediados de año comenzaría la construcción de la que será la primera planta de este tipo en el país.

El intendente destacó el interés de las autoridades nacionales, que ayuda a "contribuir al desarrollo y fortalecimiento del Plan Integral de Residuos de la ciudad de Rosario. Es un modelo que se intentará replicar en otras ciudades del país", aseguró, ya que la planta estará destinada a reducir la cantidad de residuos que se derivan al relleno sanitario, y de esa manera "cumplir con los objetivos de la Ordenanza de Basura Cero".

Además, el proyecto contempla un programa de desarrollo social para la reconversión laboral de aproximadamente 120 ciudadanos que en la actualidad desarrollan tareas de cirujeo en los basurales.

Por otro lado, Leone señaló que uno de los puntos tratados en la reunión fue la necesidad de sumar contenedores. "En 2006, cuando se inició la idea de los contenedores, se habían solicitado alrededor de 11 mil, pero la realidad es que hasta el momento tenemos distribuidos poco más de dos mil. Ahora queremos avanzar también en ese punto, y en las próximas semanas estaremos enviando a la Secretaría de Medioambiente nacional una solicitud por otros cinco mil contenedores que necesitamos colocar en puntos estratégicos donde están faltando", dijo el funcionario.

Lifschitz y Leone plantearon también la problemática de los arroyos Saladillo y Ludueña, en relación a la contaminación de las aguas y los lechos como resultado del volcado de afluentes industriales, líquidos cloacales y desechos domiciliarios. En ese marco, la Nación propuso llevar a cabo en Rosario un "proceso similar al que está llevando adelante el gobierno nacional en la cuenca del Matanza Riachuelo", dijo Leone, quien explicó que se trata de "un trabajo de búsqueda de las causantes de contaminación", además de apuntar a la limpieza.

En cuanto a la continuidad del uso del predio del relleno sanitario de Ricardone -donde se depositan unas 800 toneladas de basura cada día-, Leone señaló que se firmará el nuevo contrato, con la empresa Resicom Ingeniería Ambiental SRL, en el primer semestre del año.

La prórroga del contrato por otros cuatro años fue aprobada por el Concejo Municipal a mediados de diciembre pasado. Como la oposición se negaba a votar por la solicitud del Ejecutivo, pocas semanas antes que se venciera el contrato (el pasado 31 de diciembre), las autoridades municipales utilizaron el proyecto de construcción de la planta de tratamiento de residuos a modo de llave para habilitar el tratamiento.