Con el apoyo orgánico del radicalismo nacional y provincial, Jorge Boasso lanzó ayer su precandidatura a la intendencia. "Nos sentimos parte de los cambios que ha tenido la ciudad", admitió el concejal de la UCR en alusión a los "1700 proyectos presentados desde 1993 de los cuales el 70 por ciento fueron aprobados". Boasso propuso un viaje virtual por Rosario para reconocer las transformaciones generadas en base a iniciativas suyas sancionadas en el Concejo. "Basta de promesas, lo que hacemos nos define", planteó el edil ante unos 500 radicales que lo escucharon autoelogiarse. En el escenario lo acompañaron dos precandidatos: a la gobernación, Mario Barletta y a la presidencia, Ernesto Sanz. También el presidente interino del partido, Angel Rozas y la vicegobernadora Griselda Tessio. "Apoyamos al Frente Progresista pero desde un radicalismo de pie", aclaró el concejal que aspira a suceder a Lifschitz en el Palacio de los Leones. "Él no quiere ser candidato, yo quiero ser intendente", dijo en la previa en rueda de prensa.

Históricos dirigentes radicales, que hacía tiempo no se los veía, legisladores actuales y otros con mandato cumplido, funcionarios de distintas jurisdicciones y la ruidosa barra de Franja Morada ocuparon gran parte del auditorio del Hotel Ariston. Los intendentes y presidentes comunales de la región movilizaron a su tropa, en especial Barletta y su cotillón para llegar a la gobernación.

La puesta en escena no fue menor. La encabezaron el chaqueño Rozas que preside el Comité Nacional del partido; Sanz que pidió licencia en ese cargo para disputar la interna con Alfonsín y Cobos; Tessio que integró la fórmula con Binner que venció al PJ tras 24 años y Barletta que aspira a llegar a la Casa Gris. En el medio, estaba Boasso, quien desde la UCR disputará la interna municipal del Frente Progresista, por ahora con Miguel Zamarini, Raúl Lamberto y Pablo Javkin.

Sanz habló como "un militante más". Recordó las oportunidades que estuvo en Rosario como "hace cuatro años en un congreso partidario de la resistencia" a la actualidad donde "recuperamos vocación de poder para volver a ser gobierno que es lo que nos exige la sociedad".

El ex gobernador Rozas no dudó en aseverar que la Unión Cívica Radical "está de pie, ha recuperado su autoestima y se está preparando para gobernar las provincias y el país" desde diciembre.

Tessio recordó que tiempo atrás "los radicales parecía que estábamos en extinción, pero ahora estamos de pie, caminando las ciudades, la provincia, sin cansancio". Repasó los valores fundacionales del partido y arengó: "Somos populares, no somos conservadores, no dejemos que nos corran por izquierda". Un agresivo cántico de la Juventud Radical dedicado al PJ generó la inmediata reacción de la vicegobernadora: "Son nuestros adversarios, no nuestros enemigos".

Barletta prometió seguir transformando la provincia "con el Frente Progresista, como viene ocurriendo desde 2007 con Binner y Tessio" y pidió que se armado entre radicales, socialistas, aristas y GEN se concrete "también a nivel nacional".

Boasso tomó la palabra y agradeció a "los cuatro maestros de la palabra que me precedieron que han dado una clase de política". También agradeció a los dirigentes y a la militancia que coparon el Ariston. "Estoy viviendo un sueño", dijo emocionado. Luego se burló de anteriores desplantes suyos a las decisiones partidarias. "Ahora soy orgánico, después de un congreso de psicólogos", bromeó.

En su discurso buscó no confrontar con los socios del Frente. Por elevación admitió logros de los gobiernos socialistas, a raíz de la concreción de los proyectos presentados desde su banca en el Palacio Vasallo. "Me siento partícipe de los cambios, muchos no lo saben porque no tenemos la caja publicitaria para difundirlo", sostuvo y enumeró iniciativas presentadas en servicios públicos, salud, tecnología e higiene urbana, que prometió profundizar desde la gestión.