El ministro de Seguridad, Alvaro Gaviola, recibió este miércoles en la sede de esa cartera al delegado regional del Registro Nacional de Armas (Renar), Martín Filpo, en el marco del desarrollo de una política integral de prevención de la violencia armada y que incluye medidas de control del mercado legal y medidas de persecución del mercado ilegal de las armas de fuego. En este contexto, autoridades nacionales y provinciales se comprometieron a trabajar conjuntamente en la implementación del "Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego", que apunta a reducir el circulante de armas en manos de civiles, a partir de la entrega de las mismas de forma voluntaria y anónima a cambio de un incentivo económico.

El nuevo programa será implementado en las delegaciones del Renar en las ciudades de Rosario y Santa Fe hacia fines de marzo. Al respecto, Gaviola manifestó que el plan del desarme "no consiste sólo en quitarle un arma a una persona sino que es un conjunto de acciones, una política que tiene que ser ejecutada de manera coordinada entre la Nación y la provincia como una estrategia de prevención de la violencia".

En esta nueva etapa del programa, se pondrá especial énfasis en los convenios con las provincias. En tal sentido y para darle un nuevo impulso, el gobierno nacional acaba de actualizar los valores que se les pagará a las personas que entreguen armas y municiones, de acuerdo a la resolución 249 del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos publicada ayer en el Boletín Oficial. Quienes entreguen voluntariamente revólveres, pistolas y carabinas calibre 22 y 32, escopetas calibre 36, 32, 28, además de todos los pistolones y las armas que no están calificadas, recibirán a cambio 200 pesos. Para los revólveres 38, las pistolas 6,35 mm y 7,65 mm, las escopetas 24, 20 y 16, y las carabinas y fusiles no especificados, el incentivo pasó a 300 pesos.