Sábado, 16 de julio de 2011 | Hoy
CIUDAD › CIENTOS DE VEHíCULOS PESADOS CORTARON LA CIRCUNVALACIóN PARA PROTESTAR POR DEMORAS Y ROBOS.
Tenían que ingresar a la playa de Pérez para descargar en puerto, pero se fueron acumulando y pasaron la noche en plena ruta. Allí sufrieron robos a sus cargas y también perdieron objetos personales. Se quejaron por la falta de policías.
Por Lorena Panzerini
Cientos de camioneros protestaron ayer en circunvalación y Presidente Perón, con un piquete que impidió el ingreso al puente Rosario-Victoria durante el mediodía. Fue para reclamar respuestas ante las demoras en el ingreso a la playa de Pérez y por la inseguridad a la que quedan expuestos durante la noche. La cola era interminable, con unos mil camiones amontonados en circunvalación, desde Presidente Perón, hacia el sur. Después de las 17, comenzaron a ingresar y la circulación se normalizó, aunque lentamente. Sin embargo, reclaman que se solucione el problema de fondo, debido a que muchos habían pasado la madrugada allí, y sufrieron robos de objetos personales y rotura de vidrios; mientras que a otros les abrieron las boquillas mientras dormían, para dejar caer la carga, que se perdió. La única respuesta que recibieron de Servicios Portuarios fue que "había caída del sistema, no había luz en el puerto, y la playa seguía llena", comentó Daniel, uno de los transportistas varado. Edgardo y Juan, que se sumaron a la extensa cola alrededor de las 4 de la madrugada de ayer, apuntaron directamente a "la mala coordinación". "Dan cupo liberado y no alcanza el lugar para descargar. Tienen capacidad para 500 camiones y les están llegando dos o tres veces más", se quejaron.
La situación no es nueva, pero ayer se sumó a las malas condiciones climáticas, y el tránsito en la zona se complicó durante la mañana, el mediodía y parte de la tarde.
Trescientos metros fue todo lo que habían avanzado los camiones estacionados en el carril lento de Circunvalación, a las 16 de ayer. Sin embargo, una hora después, y con la amenaza latente de un corte en ambos carriles a lo largo de toda la avenida, la situación comenzó a normalizarse. "Se armaron tres filas por calle Uriburu, y empezaron a entrar más camiones porque repararon en sistema y se están derivando los camiones que estaban adentro de la playa a la terminal 6", comentó Vicente, que viajó desde Pergamino y estuvo 12 horas esperando ingresar a la playa. "Vamos a pasar la noche más tranquilos y con seguridad, que es lo más importante", se alivió.
Temprano, la situación era otra. Había camiones estacionados hasta arriba del puente de ingreso a la ciudad por Presidente Perón. "Vamos a estar todo el fin de semana acá", se quejó Juan, que por su experiencia en la zona, esperaba más demoras.
Si bien la policía prometió custodiar el lugar durante la noche, los transportistas aseguraron que esa posibilidad no alcanzaría. Los agentes "no dan abasto: van a ver cómo está la situación en el ingreso, y mientras tanto le están robando a un camionero en la otra punta. Los vuelven locos", comentó Vicente.
La espera es larga y "desesperante". Sucede que después de ingresar a la playa, los camioneros deben permanecer al menos 12 horas más dentro, para luego descargar semillas y cereales en el puerto de Rosario. De todos modos, lo más difícil es estar fuera de la playa, a la que solamente ingresan 500 camiones, mientras que ayer había más de mil afuera. "No tenemos ni un lugar de estacionamiento donde podamos permanecer más seguros; y mejor no hablar de la falta de baños. Estamos totalmente abandonados, en medio del peligro de robos y accidentes", comentó Edgardo.
La problemática no sorprende, porque se da sobre todo en época de cosecha; pero ayer los camioneros se cansaron y realizaron una medida de fuerza, con un corte que complicó la situación del tránsito en la zona, donde además de la niebla y la llovizna de la mañana, la circulación se vio afectada por la extensa cola. "La culpa es de Servicios Portuarios porque no hay control de cupo, y la capacidad que tienen para almacenar camiones no alcanza, no pueden recibir más de 500. Cada vez que hay un embarque en este puerto, hay que llenar un barco y mandan a pedir mil camiones de golpe, en lugar de solicitar cupos parciales para que no pase esto", señaló Daniel.
El piquete se levantó pasado el mediodía, con la condición que antes de las 16 se solucionara el problema, pero eso no sucedió hasta pasadas las 17, aunque el corte con el que amenazaban, no se repitió.
Los transportistas no pudieron evitar hacer comparación con otros puertos. "Esto no pasa en otros ingresos, y no te roban como te roban acá. Es impresionante. Uno se la ve venir en época de cosecha, cuando hay más movimiento, pero ahora no se esperaba estar acá tanto tiempo". Además, Juan agregó que "es terrible lo hay que pasar, no tenés comida, no tenés baño. En Vicentín (Ricardone) pasaba esto mismo, pero ahora hicieron una playa gigante, donde entran muchísimos camiones, y ahí hay comedor, baños y lo más importante: seguridad". También protestaron porque Gendarmería les advirtió que no podía permanecer en el carril lento, por lo que aseguraron que quedan "en el medio de la situación", siendo "los más perjudicados".
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