Después de la balacera que hirió a tres alumnos de la escuela José Ortolani, los dos nenes que quedaron internados mejoraron su estado de salud. Este viernes habrá un abrazo solidario a la institución de Empalme Graneros. La actividad para exigir seguridad, será a las 15, y están invitados todos los vecinos del barrio, además de los alumnos, padres y directivos. Por otro lado, ayer se reanudaron las clases en el establecimiento, y el equipo socioeducativo del Ministerio de Educación provincial llegó para brindar apoyo y contención, después del hecho desafortunado. "Los chicos tienen miedo", aseguró una de las madres. Un patrullero controlaba ayer el ingreso y egreso de los alumnos.

El abrazo simbólico representará una demanda de "mayor seguridad en la zona"; por eso, se invitó a todos los vecinos, padres, docentes y directivos a que participen de la actividad.

Por otro lado, las autoridades del Hospital de Niños Víctor J. Vilela emitieron ayer el parte médico de los dos niños que quedaron internados tras el suceso. "Evolucionan favorablemente", decía el comunicado difundido por la Secretaría de Salud Municipal sobre el chico de 13 años, que presentaba el cuadro más "complicado", producto de las lesiones provocadas por un proyectil que ingresó por la zona lumbar con orificio de salida por la cara anterior del abdomen, y que "por la tarde pasó a sala común", después de permanecer más de 48 horas en terapia intensiva, tras la intervención quirúrgica que duró más de cuatro horas. Además, ayer tenía "buena frecuencia cardíaca", estaba "lúcido y hemodinámicamente compensado"; por lo que la evolución era "favorable".

En tanto, el niño de 7 años que también fue intervenido quirúrgicamente, ya que la bala se alojó en el tórax tras ingresar por la axila, se encuentra internado en Sala 1, "sin dolor y en buen estado general", aunque continuará en observación.

Lo que pasó el viernes pasado en la puerta de la escuela de Génova y Cullen conmocionó a la ciudad entera. Dos motos que se desplazaban una tras otra, en una persecución, pasaron por el establecimiento en el horario de ingreso y egreso, en pleno mediodía, "a los tiros". Las balas hirieron a tres estudiantes. Dos de ellos --de 7 y 13 años-- debieron ser intervenidos para extraer los proyectiles, y hasta ayer continuaban internados. El tercero, de 9 años, recibió un roce de bala en uno de los antebrazos y fue dado de alta tras las curaciones, el mismo viernes.