La agresión contra un chofer de la línea 146 en la madrugada de ayer por dos hombres en la zona de Génova y Colombres provocó que sus compañeros de la empresa Rosario Bus decidieron realizar una medida de fuerza hasta hoy a las 6. Más tarde, y tras participar de una reunión junto a funcionarios del área de transporte, autoridades policiales, y representantes de la empresa; el secretario General de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Manuel Cornejo, aseguró que el "tema de la seguridad no tiene solución, pero no nos podemos quedar de brazos cruzados porque nos roban todas las noches, todos los días, en todas líneas". Por su parte, la titular del Ente de Transporte Rosario (ETR), Mónica Alvarado, dijo a Rosario/12 que cuentan con un informe detallado respecto de los delitos sobre el transporte urbano de pasajeros, que entregan, tanto a la policía como a la UTA, "para trabajar en operativos especiales, más allá de la coyuntura". En este sentido, desde la Unidad Regional II se comprometieron a intensificar los controles en las zonas críticas.

Roberto Rodríguez, un chofer con siete años de antigüedad en la profesión, salió desde la punta de línea de la línea 146, en la zona donde está ubicado el supermercado Carrefour en Avenida de Circunvalación y Jorge Newbery. En la esquina de Génova y Colombres, cuando aún no había subido ningún pasajero; un hombre de unos 35 años, que estaba acompañado por otro más joven, le hizo señas para que detenga el colectivo.

"Cuando me acerqué, uno de ellos hizo como que se iba del lugar, que dejaba al otro tomar el colectivo. Pero cuando paré, se acercó corriendo y vino directamente con un arma de fuego. El tipo gatilló dos veces el arma y como no le salió el tiro, me pegó un culatazo. Después huyeron sin llevarse nada de valor", precisó Rodríguez en declaraciones radiales.

A pesar de la herida, el chofer pudo conducir la unidad hasta Juan José Paso y Donado desde donde solicitó ayuda. "Tuve suerte porque fueron tres puntos en la cabeza, pero esto es todos los días, lo estamos pasando muy mal", señaló Rodríguez, para luego agregar que "cuando pasan estas cosas, dos o tres días vemos presencia policial, pasan patrulleros, pero después ya no. A mí me subieron un par de veces, me apretaron, pero nunca así como esto".

Enterados de la agresión, los compañeros del chofer se concentraron en el galpón de Provincias Unidas y Junín, donde se guardan los coches de la empresa Rosario Bus, y de inmediato decidieron realizar un cese de actividades por tiempo indeterminado. Posteriormente, y luego de la reunión que mantuvo al mediodía con funcionarios, policías y empresarios, Cornejo informó que el paro en la línea 146 iba a continuar hasta las 6 de hoy.

Pero no fue lo único que dijo el secretario General de la UTA. Visiblemente molesto, el dirigente gremial dijo que el tema de la inseguridad "no tiene solución", y que las agresiones a los choferes no necesariamente están motivadas por los robos. "Por ahí no pretenden llevarse nada, hacen lo que hacen de malditos que son, de mal llevados, son guachos malparidos, están enchufados y bueno, para sacar chapa, dicen le rompí la cabeza al gil", disparó Cornejo.

El secretario General de la UTA se mostró escéptico respecto a las reuniones con los funcionarios municipales y la policía. "Mucho no te prometen, las medidas que proponen son coyunturales, nada más, no resuelven nada", aseguró Cornejo. "Parar a todas las líneas lo único que haría es perjudicar a la gente y no soluciona nada", agregó.

Alvarado dijo que en función del paro, desde el ETR plantearon a los usuarios cuáles eran las líneas alternativas. "Por suerte, la línea no deja barrios sin sistema de transporte", señaló la funcionaria. Por otra parte, indicó que cuentan con un informe detallado respecto de los delitos sobre el transporte urbano de pasajeros, el cual entregan, "tanto a la policía como a la UTA, para trabajar en operativos especiales más allá de la coyuntura".

En tanto, el subjefe de la URII, Daniel Giménez, dijo que durante la reunión "se trabajó en el intercambio de información para establecer las zonas críticas, en base al mapa delictivo, con el objetivo de garantizar que el servicio se brinde correctamente". Las autoridades policiales se comprometieron a intensificar los controles.