En el primer respiro poselectoral, el dueño de la empresa de colectivos Rosario Bus, Agustín Bermúdez, volvió al Concejo para pedir audiencia y fogonear una actualización del boleto del transporte urbano e interurbano. El regreso del planteo por escrito fue ayer el rasgo saliente de una breve sesión del Legislativo municipal: sólo duró 40 minutos.

Bermúdez había pedido lo mismo el mes pasado, pero sin éxito que el Concejo vote un aumento de tarifa o que revise la financiación del sistema de transporte de manera que la empresa de los ómnibus amarillos reciba un nivel semejante de subsidios a los que perciben Semtur y La Mixta, controladas por la Municipalidad. En junio había solicitado un ajuste del 25 por ciento, debido a la reducción de los cupos de gasoil subsidiado. Quería llevar el boleto a 2,30 pesos. Ese es el costo real del boleto que el Ente de Transporte Rosario había estimado en abril del año pasado, cuando la tarifa subió por última vez, de 1,60 a 1.90 pesos.

Ayer, los ediles acordaron reunirse con el único empresario del transporte público el jueves próximo, en la mesa de la Comisión de Labor Parlamentaria. Los concejales consultados ayer mostraron predisposición a escuchar el planteo empresario, pero aclararon que todavía no hay posición tomada. "Escucharemos a la empresa y al Ejecutivo, pero no podemos seguir ajustando siempre por el lado del usuario. Hay que construir la tarifa de otro modo, procurando mejorar los subsidios, revisando la participación del municipio y fijándonos si la provincia acaso no puede también hacerse cargo y atender las necesidades del sistema de transporte", planteó Norma López, del Frente para la Victoria. El peronista Fernando Rosúa (Encuentro por Rosario) opinó en el mismo sentido: "Es posible que haga falta adecuar la situación a la suba de costos, pero en lugar de aumentar la tarifa tratemos de aumentar el aporte estatal, discutamos quién financia las franquicias, por ejemplo. El gobierno provincial es el gran ausente y no debe hacerse el distraído", cuestionó.