La sensación es que las 'damas' no resultan interpeladas, o para usar una expresión más apropiada, ellas no se sienten interpeladas ante las sucesivas denuncias por maltratos y posibles abusos cometidos contra niños o jóvenes alojados en el Hogar del Huérfano de Rosario, de calle Laprida 2129, y que se fueron planteando a lo largo de los años. Profesionales y empleados de la institución presentaron diversos informes dando cuenta de graves irregularidades como las mencionadas. En esos informes también se habló de preceptores que supuestamente habrían puesto en contacto con hombres a algunas adolescentes, todo fuera de los límites del Hogar del Huérfano. Casi un mes atrás la Dirección de Protección y Promoción de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que en Rosario está a cargo de la psicóloga Mónica Varetto, presentó un pedido de investigación ante los Tribunales Provinciales de Rosario por el testimonio de un niño de 8 años que relató situaciones de abuso sexual, y además por los elementos que la Dirección había reunido, durante el último año, y que generaban profunda preocupación por la vida y las relaciones en el marco institucional. A partir de allí el HH fue intervenido pero las integrantes de la Comisión de Damas siempre se sitúan desde el afuera, se ponen a disposición de la Justicia y el discurso señala que ellas desconocen los hechos, tal como si la vida en la institución transcurriera sin marcas de la violencia que muchas veces fue planteada.

Las profesionales que el año pasado declararon en las dos causas judiciales que luego fueron archivadas, una radicada en el Correccional Nº 8 y la otra en Instrucción 4ª, que quedó a cargo de la jueza Alejandra Rodenas, se sorprendieron de que la fiscal de la causa fuese Nora Marull y una de ellas dejó sentado que se había sentido "violentada" por el parentesco que la funcionaria judicial tiene con dos ex directivas de la institución.

La fiscal que actuó en las dos causas, Nora Marull, fue consultada por este diario en relación con la "incomodidad" que manifestaron, también a Rosario/12 las profesionales que debieron declarar en las causas. "Nadie me recusó", señaló la doctora Marull, aunque la psicóloga Silvia Lampugnani expresó en su declaración testimonial ante el juzgado Correccional que se sentía "sorprendida y violentada" porque la fiscal actuante era familiar de dos integrantes de la Comisión de Damas. Es más una de ellas junto a la presidenta en ese momento, María Eugenia Saccone, firmó la escritura pública por la cual le comunicaron su despido de la institución.

Nora Marull explicó que ella no se sentía "para nada influenciada" por la relación con sus familiares. "Soy fiscal y quiero investigar y si hay algún delito que salga a la luz. Se tomaron todas las testimoniales que debían tomarse y como no se encontraron elementos probatorios en relación con los delitos (denunciados) yo consentí el archivo de la causa", dijo a este diario.

El artículo 68º del Código Procesal Penal de Santa Fe plantea en qué casos corresponde la recusación de los jueces o la excusación de parte de los mismos y el artículo 91º habla de la misma situación respecto de los fiscales, una situación que podía haber correspondido por la relación de la fiscal Marull con su tía.

La psicóloga Silvia Lampugnani trabajó en el Hogar del Huérfano desde 1990 hasta 2007 y señaló cuál fue la actitud permanente de las integrantes de la Comisión de Damas de la Sociedad de Beneficencia Protección al Huérfano ante las denuncias de las profesionales. "La respuesta fue siempre la investigación o persecución hacia quienes presentamos informes con distintas irregularidades ocurridas en la vida institucional". Lampugnani había planteado que algunas niñas de la sección medianas recibían maltrato físico y psicológico de parte de una preceptora, quien era técnica en minoridad y familia y había sido policía. "Sin embargo cuando lo informé, tanto yo como otros profesionales fuimos los únicos investigados y la preceptora fue puesta en la oficina de trabajo social. Lo que quiso plantearse como un castigo fue un premio, porque esa oficina era una base de operaciones desde la que se ponían palos en la rueda para poder realizar tareas diversas inherentes a mi función: Se me prohibía ir a las escuelas, tomar contacto con las familias y se llegó a modificar mis informes". Silvia Lampugnani fue despedida en el año 2007.

En cuanto a la causa judicial radicada en el juzgado de Instrucción a cargo del entonces magistrado Jorge Eldo Juárez, y en donde la denuncia fue presentada por la actual concejala Laura Bertotto de Weskamp, en 2001, la causa prácticamente no avanzó y después fue archivada.

Lampugnani recordó que una de las directoras, quien era conocida como 'Pollola' Garrone de Lagos, "y que concebía al HH como a una empresa, puso entonces como director a un ex militar, Ismael Mesías, que participaba en la corrección de los informes". Silvia Lampugnani recordó, además, que Mesías había sido el secretario del coronel Jorge Raúl Crespi procesado por 52 delitos en la causa del centro clandestino de detención El Vesubio.

Más informes y testimonios

En julio de 2009 otras dos psicólogas y quien era coordinadora del Hogar del Huérfano, Lucrecia Di Paolo, Eugenia De Loredo y Alejandra Nodari respectivamente, junto a una fonoaudióloga y una médica también presentaron una nota en la que denunciaron malos tratos ﷓se introdujo la cabeza de una niña en un inodoro-, hubo casos de sobremedicación y duchas frías para 'calmar los brotes', tirones de cabellos y otros recursos más utilizados a modo de correctivos. Las tres fueron despedidas por la comisión que presidía en María Eugenia Saccone, hoy tesorera de la institución.

La Comisión de Damas con sus diversas composiciones a través de los años siempre manifiesta ponerse a "disposición de la Justicia" pero nunca se hicieron públicas las explicaciones acerca de cómo evaluaban los informes y si era posible que desconocieran los casos que fueron denunciados en distintas oportunidades, también el de la joven de 22 años P.B. que vivió muchos en el HH y denunció persecución y acoso sexual por parte de un preceptor O.G. que después de mucho tiempo y demasiadas denuncias fue despedido. O.G. estuvo hasta ese momento a cargo de las secciones que históricamente había tenido. Desde las denuncias de Lampugnani a esta otra colectiva "no se tomaron medidas de protección con los chicos sino que se sancionó con el despido a quienes hablaban", se dice en todas las conversaciones con gente que formó parte del HH.

Ante la denuncia de P.B. que vivió en el Hogar existió un compromiso de investigar. Pero al tiempo, dicen De Loredo, Di Paolo y Nodari la Comisión Directiva "nos convoca a una reunión donde nos manifiestan que nosotras no teníamos pruebas de lo que estábamos diciendo, y donde nos comunican que van a llamar a una escribana para que firmemos una acta y con ese escrito se iban a asesorar con un abogado. En esa reunión nos sentimos amenazadas e intimidadas, ya que la presidenta nos dijo que nosotras podíamos 'comernos un juicio personal por calumnias e injurias, en el que responderíamos con nuestros propios bienes". De Loredo, Di Paolo y Nodari buscaron asesoramiento legal y el 25 de octubre de 2009 presentaron, ante la Comisión de Damas, el informe con los supuestos abusos y otras situaciones de maltrato. "A partir de esta situación comenzó literalmente una "batalla" entre la comisión y nosotras, donde formularon cantidades de agravios. Nos dijeron que éramos mentirosas, inmorales, que nosotras éramos funcionales al gobierno, y más; en tanto fue la jefa de personal quien manifestó que si seguíamos con esto nos iban a despedir".Justamente el primer despido llego el 10 de diciembre de 2009 para la psicóloga Lucrecia Di Paolo. Poco después se produjo la desvinculación de la otra psicóloga, Eugenia de Loredo, y más tarde, el despido de la coordinadora del turno mañana, Alejandra Nodari, cuando tomó estado público la causa por la que las tres pedían que se investigara. El informe fue presentado ante la Dirección de Niñez, la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia.