La Comisión de Libertad de Expresión y Formación Profesional del Sindicato de Prensa Rosario manifestó su "profundo disgusto por el comentario sexista, discriminador, estimagtizante, burdo y poco creativo que el conductor radial Raúl Acosta hizo público, de manera reciente, en el programa que lleva adelante por LT3", en referencia a las palabras del periodista conocido como "Bigote" reproducidas en la edición de ayer de Rosario/12. "Las mujeres sólo sirven para fifar, tener hijos, amamantar y lavar los platos", dijo el conductor del programa "La mañana rosarina". También el colectivo Mujeres Autoconvocadas Rosario (MAR) manifestó su repudio y recordó que "la conducta periodística discriminatoria también se enmarca en la Ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales". El comunicado de MAR recogió ayer la adhesión de distintas organizaciones, y también de las diputadas provinciales Lucrecia Aranda, Alicia Gutiérrez, Inés Bertero y María Fregoni.

Desde el Sindicato de Prensa la respuesta fue contundente. "Cuando tanta tarea realizaron las organizaciones de mujeres, y otras muchas de la comunidad, y lo siguen haciendo, con el objetivo de alcanzar una relación de equilibrio entre los géneros, Raúl Acosta aporta con su comentario a la indignación, o cuanto menos a la molestia, no sólo de tantísimas mujeres sino también de hombres de pensamiento inclusivo y democrático".

También desde MAR tuvieron una respuesta indubitable. "Las reflexiones del periodista, en uso y abuso del poder que le otorga estar frente a un micrófono y tener una audiencia anónima, ha lesionado los derechos protegidos por la Ley 26.845 --dice el colectivo de mujeres--. Esta normativa entiende que se considera violencia toda conducta que directa o indirectamente afecte la dignidad de las mujeres y, específicamente, se considera violencia indirecta toda conducta, criterio o práctica discriminatorio que 'ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón'".

Y agrega: "Asimismo, en el marco de los tipos y modalidades de violencia definidos por la ley, entendemos que la conducta periodística discriminatoria incurre en una violencia de tipo simbólica, ya que a través de mensajes a la audiencia transmite y reproduce 'desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad'".

MAR considera que "en cuanto a la modalidad de la violencia, la misma se encuadra en la violencia mediática, ya que el periodista a través de la expresión de sus ideas, difunde mensajes estereotipados sobre las mujeres, discriminando, humillando y atentando contra la dignidad de las mismas. El periodista, en términos de la propia ley, no sólo ha legitimado la desigualdad de trato sino que la ha fomentado, desde el momento en que ha planteado que las mujeres no 'servimos para nada' que servimos para 'fifar, cocinar, tener hijos, lavar los platos, planchar'. Estos razonamientos, que reproducen patrones socioculturales humillantes, degradantes hacia las mujeres".

MAR exigió que "el periodista Raúl Acosta, se retracte públicamente pidiendo disculpas por sus dichos" y que "se abstenga, en el futuro, de proferir declaraciones que impliquen algún tipo de discriminación".