Después de la foto obtenida anteayer junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la diputada electa María Eugenia Bielsa le echó más leña a la caldera peronista en la que hierve la pelea por conducir la Cámara de Diputados. Insinuó que el motivo real de quienes le niegan su aspiración política es el control de la caja del cuerpo legislativo, y deslizó su sospecha de que hay un pacto entre el socialismo y el sector que consagra a Luis Rubeo para presidir ese recinto desde el 10 de diciembre. El jefe del bloque Frente para la Victoria no se amilanó ante la foto de Bielsa con CFK y se mantiene en sus trece. Pero la acusación de acuerdos ocultos hizo que en la bancada socialista levantaran la guardia. "No tenemos ningún pacto con nadie. Echar sospechas al voleo no ayuda a la convivencia", replicó Raúl Lamberto.

La ex vicegobernadora volvió a Rosario con el mensaje tácito de un encuentro con la Presidenta. Y aunque dijo que CFK no intervendrá en esta puja interna, la búsqueda de esa foto fue toda una toma de posiciones.

"Si Cristina llama no podemos obviar la sugerencia, pero le vamos a explicar que María Eugenia no reúne el consenso. Presidir Diputados exige un perfil que garantice un compromiso ideológico y político, que se sepa claramente cuál es su posicionamiento, y que dé garantías de ecuanimidad", repitió ayer Rubeo hasta el cansancio, en el centro de la agenda política de la jornada. Y reclamó lealtad histórica y absoluta al modelo K. Pedigree kirchnerista a toda prueba. "Yo sé quiénes son los que estuvimos siempre y que adheriremos siempre a este modelo, no sólo en los trazos gruesos", apretó. "Muchos están con la Presidenta cuando tiene el 54% por ciento de votos, pero cuando las papas queman se van a la casa", agregó. Rubeo también pareció pegarle a Omar Perotti, que anteayer había defendido la postulación de Bielsa. "No se puede jugar siempre para la tribuna. Hay dirigentes que quieren asumir posiciones que nunca habían tenido, y que según cómo vienen los tiempos se van acomodando", disparó.

Bielsa amplió sus especulaciones acerca de la resistencia que encuentra en 16 de sus 27 compañeros de bancada. "Tal vez, porque declaré que cuando llegáramos a la Cámara íbamos a hacer una auditoría para conocer cuánto dinero hay en caja, qué hay que pagar y qué no. Puede ser que eso molestó a alguien, pero lo gracioso es que no fue el socialismo el que se defendió, sino que fue el diputado Rubeo quien lo hizo diciendo que se seguirá manejando la Cámara como hasta ahora, como lo venían haciendo los socialistas", dijo.

Ayer en el socialismo acusaron recibo del misil de María Eugenia. Contestó el titular del bloque, Lamberto: "No tenemos pactos con nadie. Sí tratamos de tener buena relación con todos los sectores. Los problemas del justicialismo deben resolverlos entre ellos, y no echar un manto de dudas sobre todo lo que se hizo en estos años, donde la Cámara estuvo y está sometida al control diario del Tribunal de Cuentas. Declaraciones como esas no ayudan a la convivencia democrática", cuestionó el diputado.