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La ciudad atravesó su tercer día de apagones y malhumor contra la Empresa Provincial de la Energía, que derivaron en piquetes simultáneos sobre avenida Circunvalación y la protesta de operarios de una fábrica frente a la sede de la distribuidora eléctrica. Pero la lluvia de antenoche logró descomprimir el consumo y la situación, al menos, no sumó nuevos cortes en media tensión, valoraron en la compañía estatal. Las cuadrillas, entonces, se dedicaron a reponer el servicio en lugares que estuvieron sin energía hasta por más de 24 horas. Y anoche seguían con el mismo objetivo.

La lluvia trajo alivio y por eso la EPE ayer interrumpió su esquema de cortes preventivos ensayado el martes. Pero miles de vecinos amanecieron sin energía, tal como habían quedado en la víspera, e hicieron sentir su fastidio. A lo largo de la tarde, vecinos de zona sur y oeste cortaron el tránsito en Circunvalación, a la altura de Oroño, Uriburu y Presidente Perón. Y medio centenar de obreros de la autopartista Juntas Illinois se presentaron en el edificio de la EPE a pedir explicaciones porque un apagón los obligó a interrumpir la producción.

Desde la EPE se informó que durante el día se restableció el servicio "en la mayoría" de las zonas afectadas. Una de ellas, en Fisherton, recuperó la energía luego de haber estado más de 36 horas a oscuras.

Diana Antruejo, vocera de la distribuidora, destacó que "en el momento más crítico de calor, el martes, hubo 85 subestaciones transformadoras fuera de servicio sobre 1.300 que hay en la ciudad", y señaló que eso representó "al 7 por ciento de los clientes". La portavoz reveló que entre el mediodía del martes y el de ayer, la demanda de potencia en Rosario disminuyó 13,4 por ciento, al caer de 350 a 303 megavatios.

El ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, describió el cuello de botella como una situación excepcional. "En un día tuvimos como demanda la mitad de lo que la usina de Timbres genera en un día", ilustró.

El funcionario abogó por "buscar mayor capacidad de inversión que la ya realizada", pero aclaró que "aún así lleva tiempo: porque si tuviéramos hoy dos mil millones de dólares, no podríamos resolver todo en un año. Hoy las empresas (contratistas) están a full", dijo.