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Con más de un centenar de árboles caídos, la tormenta de viento y lluvia pasó por Rosario anteanoche y trajo alivio, aunque poca agua. Sin embargo, antes del mediodía de ayer salió el sol y la temperatura, que había descendido notoriamente, trepó los 30 grados a las tres de la tarde. Raúl Rainone, titular de Defensa Civil municipal indicó que las zonas más dañadas por la tormenta fueron el norte y noroeste de la ciudad. "Es de donde llegan la mayor parte de las denuncias de daños, aunque no pasó a mayores". Además, hubo calles cerradas como consecuencia de la caída de árboles y ramas que se precipitaron con las ráfagas de viento que alcanzaron los 80 kilómetros por hora. Los cortes de energía se restablecieron en el día.

El viento comenzó a soplar pasadas las 20 del lunes y para las 21 la lluvia se adueñaba de las calles. Algunos vecinos aseguraron que hasta se oyeron pequeñas piedras en los techos de las viviendas. Sin embargo, en poco menos de cuatro horas, dejó ejemplares débiles que seguían precipitándose ayer por la mañana, y al menos nueve zonas sin luz por problemas en las redes de media y baja tensión. Si bien el agua no cesaba, "a partir de las 3.30 de la madrugada dos cuadrillas empezaron a trabajar en los daños". Hasta las 4 de la madrugada habían caído 60 milímetros.

Por su parte, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) informó que, como consecuencia del temporal "se produjeron daños en las redes de media y baja tensión en distintas zonas de la ciudad. Dentro del Plan de Contingencia se ha dispuesto de todos los recursos disponibles a efectos de ir normalizando el servicio eléctrico en la medida en que las condiciones de seguridad así lo permitan".

Según el comunicado de ayer, las líneas de la red de media tensión afectadas en el suministro eléctrico donde ayer se fijaron los trabajos fueron en al menos nueve radios.