CIUDAD › AFIRMA QUE LA IMPUNIDAD PERMITIó EL TRIPLE CRIMEN DE VILLA MORENO
La familia de Juan Domingo Cano, alias Pantera, afirmó que la falta de investigación de las pruebas que presentaron sobre el asesinato ocurrido el 15 de febrero de 2009 abrió la puerta a la masacre que le imputan a Sergio El Quemado Rodríguez.
› Por Lorena Panzerini
Juan Domingo Cano, alias Pantera, fue asesinado la madrugada del 15 de febrero de 2009, en barrio Alvear. Por el caso no hubo condenados. Desde el primer momento de la investigación, sus familiares presentaron pruebas y acusaron a Sergio "el Quemado" Rodríguez y a su hijo Maximiliano, como autores de los cinco disparos que lo dejaron tirado en Biedma y Ricchieri. Tres años después, culpan a la Justicia por "desestimar pruebas" y lanzan una acusación concreta. "Si el juez hubiera actuado, los tres pibes inocentes de villa Moreno no estarían muertos", disparó Claudio, hermano del Pantera, en alusión a Jeremías Trasante, Claudio Rodríguez y Adrián Suárez asesinados el 1º de enero pasado, un hecho por el que está imputado Rodríguez. El hombre reclamó "que la justicia trabaje" y exigió que se ponga en marcha una acción de fondo "para que después del `Quemado' no venga otro de turno al que se le de poder. Ñuls no está exento: inventan monstruos". "Lo curiosos es que se terminó el Pimpi (Caminos), tal vez se termine el `Quemado', pero van a inventar a otro porque es necesario un soldadito para que la pelota no se manche, pero sí se venda droga. En el camino, quedan víctimas inocentes", enfatizó.
En medio de uno de los pasillos de los Tribunales Provinciales, prácticamente vacío por la feria judicial, se escuchó una voz femenina que sorprendió a los pocos presentes, el viernes pasado: "Esta vez va a pagar ese asesino", dijo Haidé, mientras los miembros del Movimiento 26 de Junio --donde militaban los jóvenes asesinados en la madrugada de Año Nuevo-- ingresaban al despacho del juez Luis María Caterina para una reunión sobre la causa. "El Quemado tiene una cuenta pendiente con mi familia", acusó la mujer, hermana de Pantera.
Más tarde, otro de los hermanos Claudio profundizó en el conflicto que terminó con la vida del hombre de 49 años y sacó la conclusión de que "si el juez Hernán Postma, de Instrucción 11º no hubiera desestimado todas las pruebas que presentó la familia, quizás los tres chicos de la villa Moreno no estarían muertos".
Es que el Pantera trabajó como empleado de seguridad de Ñuls desde mediados de los `90 hasta 2003, en la custodia de jugadores. Ese año, reclamó cuatro sueldos atrasados, por lo que un día después de un partido, un grupo de gente lo golpeó. En ese grupo, al único que identificó fue al "Quemado" porque eran vecinos. "A los días, mi hermano lo fue a buscar y lo golpeó. Así empezó la bronca de Rodríguez: le baleó la casa tres veces, le amenazaba a los hijos, y hasta le dieron un tiro en la pierna que lo dejó con invalidez". En 2009 fue asesinado.
Aunque quiere que se haga justicia por la muerte de su hermano, Claudio pide que se llegue al fondo de la cuestión para que "no haya más víctimas inocentes". "No sé por qué despegaron a Ñuls de estos temas, porque no está exento. Toda esta gente nace en el paravalancha de Ñuls. Ningún club puede pagar los sueldos que paga, hay algo por afuera que nadie investiga. Y la policía es socia en todo esto. Esta gente saca impunidad de la relación con el narcotráfico, porque ostentan poder y no se les puede hacer una sola denuncia", dijo. "Mi hermano se movía en un Fiat 600. Ellos venden droga a cara descubierta", dijo acerca del principal sospechoso por el triple crimen.
"Hace tres años que vengo luchando para que se sepa todo esto, pero se acuerdan ahora que hay tres chicos muertos: víctimas inocentes", enfatizó para agregar: "Esta gente tiene más muertes encima. Lo sé porque nací en el mismo barrio que el Quemado, jugué en inferiores con él y estoy seguro y convencido de que él asesino a los tres pibes, que no tenían nada que ver con esto: eran inocentes. Si uno de ellos hubiera sacado un peine, el Quemado se tira al piso, porque es cobarde. Yo estoy seguro que ahora la Justicia va a trabajar y se va a mover con este caso porque hay mucha presión, pero tengo miedo que (los acusados) sean reemplazados: que inventen a otro para que tome su rol".
Al recordar la causa por la muerte de "Pantera" Cano, Claudio recuerda que llevó a la Justicia a "un montón de testigos del hecho". Esa noche, en la plaza Galicia, de Biedma y Ricchieri, "había colectivos con gente de Ñuls, festejando (el triunfo del club del Parque contra Boca Juniors); aunque lo negaron. No se sabe quién le disparó a mi hermano, los rumores y testigos dicen que Sergio le habló y Maxi le disparó por atrás: uno diagramó el hecho y el otro lo ejecutó", sentenció.
En el marco de la causa, el "Quemado" y su hijo fueron citados por la Justicia. "Se contradijeron en las declaraciones, y hubo muchísimas irregularidades con las pruebas, que para el juez no fueron suficientes ni siquiera para que pesara una imputación contra ellos". Además, recordó que en medio de la investigación, Maximiliano fue detenido por otro hecho. "Lo agarraron con un kilo de cocaína y una nueve milímetros, en un auto. Yo le fui a decir a la fiscal de la causa de mi hermano que no buscaran al que lo había matado, porque estaba detenido, y que habían secuestrado el arma con la que seguramente mi hermano había sido asesinado. Le pedí que la peritaran y no hicieron nada porque consideró que lo que yo decía era chusmerío", señaló.
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