El histórico secretario general de los mercantiles, Rubén Ghioldi, fue procesado ayer por el delito de administración fraudulenta del sindicato Empleados de Comercio. En el fallo de la jueza de Instrucción 10º, Irma Bilotta, se enumeran las sumas gastadas en varios conceptos --la mayoría personales--, por un total cercano al millón de pesos. Su defensor, Hernán Martínez, adelantó que apelará la resolución. El fallo de ayer incluye el procesamiento de Susana Treviño, sobrina de Ghioldi y asesora legal del sindicato durante la administración de su tío; y Oscar Fernández, quien fuera tesorero en aquel momento. Por si fuera poco, sobre Ghioldi pesa otra denuncia por supuesto cohecho a inspectores del Ministerio de Trabajo.

La investigación judicial comenzó hace dos años, luego de que el 27 de marzo de 2010, Julio González, afiliado (jubilado) de los mercantiles, denunciara a Ghioldi por administración fraudulenta. La investigación se basó en la sospecha de que el entonces titular del gremio autorizó el pago de cheques del gremio a personas de su entorno para gastos personales. Poco tiempo después, el dirigente fue destituido de su puesto por una asamblea extraordinaria de la Comisión Directiva, realizada el 2 de julio del mismo año.

La defensa de Ghioldi, quien tiene 88 años de edad, presentó a mediados de 2011 un recurso de amparo alegando que la asamblea que lo había removido del cargo, no fue legal. Sin embargo, en noviembre pasado, la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Laboral de Rosario rechazó el recurso y resolvió que el ex secretario general no podrá volver a ocupar el puesto que reclamaba.

En tanto, Fernando Mellado, abogado del jubilado denunciante, aseguró que en el fallo de procesamiento queda claro que "los montos de perjuicio para la entidad son cercanos al millón de pesos", sin contar los intereses. Además, en la resolución quedó "demostrado con pericial contable de la Corte Suprema, que se disponían por orden de Ghioldi con el consentimiento de Fernández, como tesorero, gastos que no estaban autorizados por el órgano directivo y gastos que son absurdos desde el punto de vista de los fines sociales de los sindicatos", indicó.

En el uso "autorizado" de fondos figuran "viajes a Cuba y Australia; atención médica para familiares de Ghioldi; y pagos a un geriátrico donde estaba hospedado un amigo" del dirigente. Además, quedó establecido que el ex sindicalista "autorizó que el dinero que pidiera la apoderada (su sobrina) le fuera entregado". Mellado señaló que "del fallo se desprende implícitamente que Ghioldi manejaba el sindicato como si fuera propio, en perjuicio de los afiliados", que hasta el año pasado eran unos 25 mil.

La actual conducción de Empleados de Comercio es querellante de la causa judicial en la que ayer resultó procesado Ghioldi, junto con su sobrina y el ex secretario de Finanzas del sindicato. Juan Gómez, prosecretario de la administración actual se manifestó "satisfecho con la Justicia, que en el corto plazo resolvió la situación de los responsables".

En paralelo, el sindicalista que estuvo más de cuarenta años al frente de la asociación, tiene una causa abierta por presuntas coimas que se pagaban mensualmente desde el gremio a por lo menos dos inspectores del Ministerio de Trabajo de la provincia. Se trata de otra denuncia que presentó el jubilado González hace un año. Según Mellado, dichas coimas "se acreditaban mediante un documento que se hacía firmar", a modo de recibo.