La comisión normalizadora que intervino la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil convocó ayer a una asamblea de socios para elegir a sus autoridades. Será el 30 de julio y marcará el final del proceso normalizador iniciado por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) hace tres años, con el fin de recuperar la institución.

Carlos Merli, interventor por el mutualismo junto a Juan Lombardi, por la provincia y Francisco Gallo por el Inaes, llevaron adelante el proceso de normalización de la Biblioteca Vigil.

"La situación es sencilla, consideramos que la situación de la biblioteca era un proceso judicial que en tres años, debido a los plazos que exigen los reglamentos, permitió recuperar la personería jurídica y la matrícula por lo tanto el Inaes considera que la intervención ya no es necesaria y en consecuencia llamó asamblea de socios para que decidan quiénes serán los nuevos directivos y continúe funcionando normalmente" afirmó Merli.

El interventor aclaró que los tres años que llevó la normalización, desde 2008, se debió a los tiempos que exigieron los reglamentos, por ejemplo el tiempo de antigüedad para participar en las asambleas, así como para acceder a dirigir la Biblioteca Vigil.

"Los asesinos no dejaron nada, sólo un remanente dinerario, la biblioteca es un expediente judicial", contó Merli respecto de lo que quedó de las propiedades que poseía la Vigil antes de la intervención de la última dictadura militar. La mayoría de los inmuebles "quedaron en manos de la provincia", agregó.

"De ahora en más la posibilidad de recuperar algo dependerá de la voluntad de los poderes Ejecutivo y Legislativo y de la decisión de la nueva comisión directiva", explicó el interventor.

Merli contó que los socios de la Vigil "son aproximadamente 90 en estos momentos y más precisamente de los que tengan la cuota al día y asistan a la asamblea dependerá la elección de las personas que conducirán la biblioteca".

Por su parte Juan Enrique Lombardo, el representante del gobierno provincial en la actual gestión, señaló que en la asamblea de julio podrán participar los socios que estén en condiciones de hacerlo. "El padrón de socios siempre está abierto pero tienen que tener un año de antigüedad", explicó.

"El sueño es que la Vigil pueda ser la institución que fue en su momento, por eso hemos trabajado en esta normalización", añadió. Sin embargo, reconoció que la expectativa al inicio de la normalización era mayor. "Esperábamos que fueran más de mil socios pero se anotaron 82, muy pocos en este período", dijo Lombardo.

Cabe recordar que el histórico patrimonio de la entidad fue saqueado por la dictadura y ahora queda el desafío de construir parte de su historia.

La Biblioteca nació en 1953, dentro de la sociedad vecinal del barrio General San Martín y Villa Manuelita. Comenzó a expandir sus actividades a partir de 1959 con el lanzamiento de una rifa en cuotas, separándose de la vecinal y adquiriendo el inmueble de Alem 3078. En la década del 60 se puso en marcha un jardín de infantes, se habilita el servicio bibliotecario y comenzaron a dictarse los primeros cursos de la Universidad Popular. Luego se creó la editorial Biblioteca que publicó más de cien títulos. Hacia fines de la década del 60 se inauguró el edificio de siete plantas con instalación de un observatorio, dependencias para escuela secundaria, gimnasio, teatro con capacidad para 500 personas y aulas para la Universidad Popular. El 25 de febrero de 1977, fue intervenida por el gobierno militar, sus instalaciones ocupadas, los miembros de su comisión directiva etenidos, y el saqueo de su invaluable patrimonio.