Desde antes que existiera el graffiti, las técnicas de los artistas callejeros y las intervenciones urbanas; la resistencia política se las arregló para comunicar sus ideas que -allá por la segunda mitad de los '50 en la Argentina- eran clandestinas para el régimen. Con una base de cal y con carbón se escribieron las primeras consignas, los primeros nombres de los mártires de las luchas populares, para ponerlos al resguardo del olvido, para volver a hacerlos presentes en las calles en las que lucharon junto a su pueblo. Esa es la memoria, la lucha y el accionar político que honra el Colectivo de Ex Presos Políticos y Sobrevivientes del Pozo de Rosario que ya lleva realizados más de 54 murales en la ciudad y que ayer volvió a pintar uno de los más emblemáticos: el que había sido tapado en España y Salta, en una de las paredes del Colegio San José. La institución nunca dio una respuesta, no se supo si se cubrió esa pared por desprecio o por ignorancia, tampoco concedió las reuniones que se le pidieron para tramitar el repintado del mural. Ayer, los nombres volvieron a aparecer sobre esos ladrillos, para seguir en pugna por la memoria.

"Esta actividad la encaramos desde la militancia de la memoria, elegimos los lugares emblemáticos de Rosario, donde cayeron muertos los compañeros, o donde fueron secuestrados", explica Mónica Garbuglia a Rosario/12. "La idea siempre fue armar una narración urbana que sirva de homenaje, de recuerdo, pero también de información para los más jóvenes y para la sociedad toda. Que se pregunten por qué estos nombres, quiénes fueron, qué fue lo que les pasó en este lugar", explica la integrante del Colectivo.

Garbuglia está convencida de que "hubo una evolución en la tarea de devolverle la identidad a los desaparecidos. Los primeros discursos de los organismos y sobre todo de las Madres pasaban por establecer lo que les había pasado a sus hijos que eran buenas personas, que se interesaban por los demás. Con el tiempo -y en esto no todos estuvieron de acuerdo desde un principio- empezamos a tratar de reestablecer la identidad concreta de los compañeros. Empezamos a dejar de decir 'no hicieron nada'. Al contrario hicieron mucho, transformaron y fueron una amenaza real para el establishment que por eso los persiguió, los encarceló y los asesinó. El discurso de la memoria empezó a cargarse de un hondo contenido político".

El mural de España y Salta se pintó por primera vez en 2007, dos años después se retocaron algunos detalles y finalmente el año pasado el Colegio San José pintó los exteriores y tapo el mural que comenzó a rehacerse la mañana de ayer. "Nuestros murales recuerdan a unos 450 compañeros que abarcan un extenso período desde la resistencia peronista hasta fines del golpe del '76. Esas paredes son parte del patrimonio de la ciudad y agrupa a todos los sectores políticos que estuvieron en las luchas populares, aunque haya una preeminencia de parte de los compañeros que pertenecieron al peronismo y a distintas organizaciones como Montoneros. Pero eso es por una cuestión cuantitativa, pero están todos los militantes representados", señaló Garbuglia.

En las distintas cartas que le remitieron al Colegio San José, puede leerse que "desde el mismo día que comenzaron los trabajos de pintura en la prestigiosa institución que usted dirige, nos hicimos presentes en el Colegio para hablar sobre el tema que nos ocupa. Nos presentamos al menos cuatro veces hasta que nos atendió el Padre Orlando, fue una reunión informal, breve, áspera y no pudimos, en realidad, explicar nada. Quedamos en encontrarnos después del 10 de enero (de 2012), ya que hasta esa fecha estaría ocupado y nos tomó los números de teléfono no dejando ni su apellido ni su número telefónico. Después de esa fecha fue en vano todo intento de encontrarlo, apersonándonos en el Colegio o llamando pidiendo por él". También se reseña que ya pasado el 10 de enero, habiéndole informado oportunamente que queríamos repintar el Mural en la semana o el mes de la Memoria, es decir Marzo, regresamos al Colegio más de una vez. Al fin pudimos contactar al Padre Víctor Sánchez, el nuevo Director, no obtuvimos su número telefónico, pero esta vez aceptó una reunión. A punto de concretarla, nos llamó una persona en su nombre que canceló la reunión, por un imprevisto del Padre. Esto ocurrió dos veces. Marzo pasó y llegamos a Junio. Nadie nos ha llamado y es por eso que hemos resuelto de buena fe, proceder a repintar el mural", dice la nota que remitió el Colectivo de ex presos a las autoridades del colegio religioso que si bien nunca expresó su desacuerdo de manera explícita, está claro que dilató cualquier debate alrededor del mural que recuerda a los militantes políticos.

El proyecto de repintar el mural fue avalado por el Espacio Juicio y Castigo Rosario integrado por Madres de Plaza 25 de Mayo, H.I.J.O.S. Rosario, A.P.D.H., Familiares de detenidos-desaparecidos Rosario y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, entre otros. También el Espacio Juicio y Castigo, San Lorenzo, cordón industrial, Catalina De Sanctis-Ovando Nieta recuperada número 94, Marcos Cleri Diputado Nacional FPV, Gerardo Rico Diputado Provincial FPV, Eduardo Toniolli Diputado Provincial FPV, Alicia Gutiérrez Diputada Provincial SI, Alberto Cortés Concejal PSA-Proyecto Sur, Norma López Concejal FPV, Roberto Sukerman Concejal FPV. Además de la comisión fundadora del Museo de la Memoria Rosario, entre otras muchas instituciones y personalidades.

En un acto más de resistencia, estos militantes decidieron honrar a sus compañero, para volverlos a la dimensión que tuvieron, para que todos los que pasen por allí recuerden que están en lugar histórico. En una pared que tiene historias para contar al futuro.