Iván Hernández Larguía, de 89 años, ciudadano ilustre de Rosario, miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) e integrante de la Comisión Directiva del Museo de la Memoria, falleció la noche del miércoles en Rosario. Por este motivo, y en señal de duelo, el Museo de la Memoria permaneció ayer cerrado. "Morir, dijo Leonardo Boff, es cerrar los ojos para ver mejor", señaló el obispo metodista Federico Pagura al recordarlo.

Hernández Larguía fue docente y doctor honoris causa de la Universidad Nacional de Rosario, miembro de la APDH, de la Comisión Directiva del Museo de la Memoria e integrante de la comisión investigadora no gubernamental de los hechos ocurridos el 19, 20 y 21 de diciembre de 2001. En 2005 fue declarado ciudadano ilustre "por su labor social y educativa" por el Concejo Municipal.

Se exilió durante la última dictadura militar en España, Francia e Inglaterra. En 1978 volvió al país y se incorporó a la APDH, desde donde realizó investigaciones para confirmar la existencia de campos de concentración en la ciudad. Terminada la dictadura, continuó con la defensa de los derechos de los presos, como miembro del Museo de la Memoria y dictando clases en la Universidad.

"Fue un regalo del cielo el hecho de que nos podamos conocer en el proyecto del Museo de la Memoria, cargo para el que fuimos elegidos por el Concejo. No lo conocía sino a través de su hija Mariana, que había sido huésped en mi casa en Buenos Aires cuando estaba en el Episcopado. Con Iván éramos como mellizos: teníamos la misma edad, y compartíamos la pena de tener a nuestras esposas con mal de alzheimer, que terminó llevándoselas. Esto hacía que comparáramos nuestras vidas, nuestras experiencias y nuestros sentimientos y esperanzas porque los dos éramos creyentes porque a pesar de que él era cristiano y yo evangélico protestante siempre pudimos hablar de temas religiosos con mucha libertad y respeto", lo recordó el obispo Pagura.

Pagura calificó ayer de "inolvidable el viaje a Buenos Aires invitados por el presidente Néstor Kirchner junto a los organismos de derechos humanos junto a quien recorrimos la Casa Rosada".

"El último recuerdo que tengo de Iván es haber escuchado juntos el último concierto de su hermano Cristian, con quien también compartimos experiencias de nuestros pasado y tomamos una fotografía, como recuerdo de nuestra amistad que no se termina con su partida. Leonardo Boff, el gran teólogo y profeta de Brasil cuando falleció mi propia esposa, me dijo 'morir es cerrar los ojos para ver mejor'. Esto se aplica a Iván, en la nueva etapa a la cual fue llamado en nuestras vidas", concluyó el obispo emérito.

Entre las voces que se escucharon desde el Concejo Municipal, Norma López destacó la labor de "una de las personalidades más distinguidas de Rosario y un luchador incansable". En tanto desde la Apdh Rosario lo recordaron como "un luchador necesario. Un hombre que enfrentó los avatares de una dictadura cruel y siguió militando/trabajando por los derechos de todas las personas".

"Entre muchos títulos, cargos y honores recibidos, destaco aquellos lugares donde lo conocí y compartí sus palabras filosas y justas, dando siempre en el centro de la cuestión, obligando a repensar y analizar cada hecho que se planteaba, para finalmente llegar todos y todas a un acuerdo que se celebraba con risas o bromas sobre las diversas personalidades y la pasión con que discutíamos. Inolvidables momentos de tareas compartidas", dijo Norma Ríos, presidenta de la APDH Rosario.

"Desde la APDH despedimos con dolor a uno de los imprescindibles de estos tiempos tan duros que tuvimos que transitar", concluyó.