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El periodista de La Capital, Marcelo Abram, falleció ayer como consecuencia de un accidente ocurrido en aguas del río Paraná, mientras nadaba frente a la zona de Rambla Catalunya. Una lancha lo arrolló, causándole graves heridas y lesiones cortantes en su espalda, que provocaron una importante pérdida de sangre. Tanto los dos nadadores que lo acompañaban como los tres tripulantes de la embarcación, lo auxiliaron de inmediato, y lo trasladaron a la costa. Allí, sin embargo, la ambulancia del SIES que debía socorrerlo, se demoró más de lo previsto por lo cual se decidió colocarlo en una camilla de madera y trasladarlo hacia el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde se produjo su fallecimiento.

Los testimonios recogidos por Canal 5 en el lugar daban cuenta que la ambulancia del SIES demoró media hora en llegar, hasta que quienes auxiliaban al "Turco" Abram pidieron ayuda al conductor de una camioneta que es utilizada como flete, para trasladarlo.

Abram, de 51 años, era una avezado nadador de aguas abiertas y había participado en la última edición de una competencia de aguas abiertas que se disputó en Baradero.

En su facebook había colgado una nota del diario El Ciudadano que daba cuenta de la prohibición decidida por la Prefectura de la tradicional competencia Cruce del Río que este año no se llevaría adelante. "Es por disposición de Prefectura Rosario, que consideró necesario tomar una medida de seguridad de esta índole visto el importante crecimiento de la navegación comercial y deportiva en este último año". El Sindicato de Guardavidas acompañó la medida, considerando que "al no haber protocolo de cruce, no se garantiza la seguridad en el río".

Jorge Boladeres, prefecto principal de Rosario, explicó que al decisión se tomó "por cuestión de seguridad". "La navegación, tanto comercial como deportiva, creció entre un 30 y 40 por ciento con respecto al año pasado", remarcó.

Sin embargo, a pesar de la mala noticia, aquellos nadadores que se han entrenado a lo largo del año para cruzar no se quedarán sin su bautismo de aguas abiertas en el Paraná: la alternativa al cruce serán las travesías -nadar en paralelo a la costa-, de distintas distancias según el grupo y la organización lo solicite. Esas actividades durarán hasta fin de año. Ricardo Naillio, del Sindicato de Guardavidas, había dicho que "nadar es más seguro en paralelo a la costa". Finalmente la nota concluía con un pedido de los guardavidas: un sistema de emergencia y seguridad adecuado para la actividad. Algo que ayer no funcionó.