La violencia en los efectores públicos de salud tuvo un nuevo capítulo anteanoche: Una traumatóloga del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (HECA) fue amenazada "de muerte" por un joven de 17 años baleado en una pierna, mientras lo atendía. A ello se sumó una actitud dañina y violenta del hermanastro de éste, de 16 años, en la sala de espera. Ambos agresores quedaron detenidos luego que interviniera personal del destacamento del hospital a través de la Brigada de Orden Urbano, aunque a las pocas horas de ser derivados a la comisaría 13º fueron puestos "a disposición de los progenitores", por orden de la Justicia de Menores. Ambos quedaron involucrados con causas abiertas por "amenazas" y "daños". El secretario general de la Asociación Médica de Rosario (AMRA), Eduardo Taboada, repudió el nuevo hecho, y exigió: "Deben implementarse otras medidas de seguridad, porque los hospitales se transformaron en canchas de fútbol". En tanto, el subsecretario de Salud Municipal, Leonardo Caruana, aseguró que en febrero comienza un taller con cada uno de los servicios para implementar "medidas que tiendan a atenuar" estas situaciones. Desde Siprus lamentaron la "lentitud" de las autoridades.

El muchacho de 17 años llegó herido de bala en su miembro inferior derecho tras recibir un disparo en la zona de San Martín y Platón, y ser trasladado por una ambulancia del Sies. Al llegar al hospital, derivado desde el Roque Sáenz Peña, fue trasladado al área de traumatología, donde lo atendió Belén. Mientras la médica lo examinaba, el muchacho comenzó a agredirla en la guardia donde también había otros profesionales. No contento con eso, cuando ingresó personal policial del destacamento, se levantó de la camilla y se dirigió hacia ellos en actitud amenazante y propinando insultos, por lo que fue detenido en la seccional 13º.

Según indicó la subdirectora del Heca, María Angelina Barbarich, el herido llegó "derivado del hospital Roque Sáenz Peña con una herida de arma de fuego en una pierna, fue atendido en la guardia, y mientras lo estaban curando se puso agresivo. Primero insultó verbalmente a los médicos que lo estaban atendiendo y hubo intervención del personal del destacamento policial", detalló.

Sin embargo, la situación no terminó ahí. Afuera de la guardia se encontraba el hermanastro del baleado, de 16 años, quien insistía a los gritos con que le dieran información sobre el herido que estaba el servicio, amedrentando al personal con improperios. Con una actitud desbordada por la ira, lanzó un golpe de puño hacia una de las puertas y rompió la ventana de vidrio, por lo que se lastimó la mano izquierda superficialmente, y también debió ser atendido por los profesionales, antes de quedar detenido.

La subdirectora aclaró que "no hubo violencia física" hacia los médicos del servicio, y admitió que existe un incremento de agresiones al personal y al mobiliario.

En consecuencia, desde Amra no tardaron en repudiar esa actitud y pidieron que aunque sean menores de edad, "cumplan tareas comunitarias o trabajo social". Al mismo tiempo, exigieron "medidas urgentes" ante la seguidilla de casos en los últimos dos meses.

Por su parte, María Fernanda Boriotti, titular del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud (Siprus), apuntó a que haya un control mayor de los pacientes que llegan a la guardia de los efectores. "Es un trabajo fundamental que consiste en evaluar la urgencia de cada caso, pero no se hace porque no hay recursos humanos". Al mismo tiempo, aseguró que pese a que se está trabajando en los comités mixtos para encontrar un protocolo de actuación en este sentido, la implementación desde la Municipalidad y la provincia es "lenta". En respuesta a ello, Caruana aseguró que "hace dos años venimos trabajando ante el avance de estas situaciones".