Con voz calma, Cristina Carnovale relató al Tribunal Oral Federal número 1 la caída de sus amigos y compañeros de militancia de Fray Luis Beltrán, San Lorenzo y otras localidades del cordón industrial en pocos meses entre 1975 y 1976. La testigo del juicio contra Rubén Cervera, Oscar Maderna y Pedro Pili Rodríguez describió el Batallón de Arsenales como si estuviera entrando en ese momento. Militante comunista, amiga y compañera de Roberto Degrandis y Carlos Kruppa, entre otros desaparecidos de la zona, Carnovale contó que fue Kruppa --secuestrado en su casa el 16 de julio de 1976-- quien le refirió el secuestro de Manuel Casado, pocos días después del golpe cívico-militar del 24 de marzo. Justamente, el juicio oral y público en curso es por la privación ilegítima de la libertad y tormentos contra Casado, que era secretario general del Sindicato Municipal de San Lorenzo, el 25 de marzo de 1976.

Justamente, cuando Kruppa le dijo que habían secuestrado a Casado, en marzo de 1976, Carnovale se sorprendió. "¿Al secretario general del gremio?", preguntó descreída de la magnitud que tomaba la represión en la zona.

El momento más electrizante del relato de Carnovale fue el de la noche de la desaparición de Lina Funes y el asesinato de Juan José Funes, sobrino de Lina. El 11 de julio de 1976, Carnovale estaba refugiada en la casa de un amigo suyo, Daniel Molero, que era vecino del bar de Lina y de la casa de Juan José (a quien decían "el gordo"). Esa noche, discutieron de política. Carnovale chocó con "el gordo", como ocurría habitualmente. Al despedirse, él la abrazó y le prometió que no se dejaría atrapar con vida. A la madrugada, escucharon ruidos de autos que se abrían con violencia. Espiaron: la patota había llegado para llevarse a Lina y a Juan José, que alcanzó a escapar, pero le dispararon en la cabeza. Lina jamás apareció. Tenía un hijo de 16 años, que estaba desesperado por lo ocurrido. Carnovale estaba embarazada, y decidió irse por un tiempo de la zona. Al tiempo se enteró de la desaparición de Kruppa y también de un compañero de su partido, Luis Lapizonde, que fue liberado tiempo después.

Lapizonde, como Casado, estuvo secuestrado en el Batallón de Arsenales, cuyo jefe era Cervera y el subjefe Maderna. Después de la declaración de Carnovale, Maderna pidió ayer ampliar su indagatoria y contradijo el relato de la testigo. El imputado no está obligado a decir la verdad.