El juez Javier Beltramone, a cargo de la investigación por el desalojo del predio de la monja María Jordán, en Empalme Graneros -donde tres personas resultaron heridas con balas y postas de plomo-, descartó, de acuerdo a una pericia, que las postas hayan provenido de armas policiales. Puso en duda que los policías hayan usado esos tipos de proyectiles "estando presentes el juez correccional (que ordenó el desalojo) con un fiscal y sabiendo que eran filmados". Confirmó que hubo cuatro detenidos en allanamientos, que incluyeron el secuestro de armas. El juez dijo que los acusados son personas que "organizadamente ocuparon el predio y estaban poniendo precio a las parcelas". "No tienen problema habitacional, ni son indigentes", agregó. Hoy serán indagados.

Cinco días después de los incidentes por la ocupación del terreno, el juez dio cuenta de la pericia balística que "descarta" que las postas de plomo, como la que impactó en el chico de 17 años, Nicolás Juncos, internado en el Centenario, hayan sido disparadas por armas policiales. "La policía tiene prohibida la compra de cartuchos rojos que traen perdigones de plomo, con lo cual en un procedimiento ordenado por un juez (de Correccional, Carlos Leiva), es improbable pensar que la policía ordenó que se utilicen cartuchos de plomo". Y agregó: "Al no haber orden institucional policial para la utilización de postas de plomo, lo que nos preguntamos fue qué pasó con la posta que se encontró en la espalda de este joven. Conforme las pericias balísticas que se hicieron sobre la misma, los profesionales indicaron que fue disparada por un arma no recortada o sea que pudo haber sido disparada por una escopeta proveniente de la policía, pero conforme la cantidad de gente que había, si esa posta es disparada dentro de un cartucho que tiene postas de plomo tendría que haber herido a 10, 12 o 15 personas, ya que ésta produce una roseta al disparar. Se llega a esta afirmación científica por la deformación que tiene el plomo. No cabe duda que fue disparada por una escopeta de calibre legal, que puede ser para cazar; pero hay una sola persona herida, y eso es técnicamente imposible", dijo.

-Hay vecinos que cuentan que las balas son de la policía. ¿Se los va a indagar? -preguntó una colega.

-No se trata de indagar, se trata de ser serios y tener pruebas que importen encontrar sospecha suficiente para ese acto judicial. Si me conocen, sabrán que no tengo ningún empacho en ordenar medidas, dentro de límites legales; y si algún policía se excedió en su acción, se le aplicará la ley de la misma manera que a los otros implicados-, respondió.

"Si algún otro herido prueba la existencia de alguna bala de plomo que tenga que ver con el señalamiento sobre el personal policial, será propio y responsable de ese personal policial, pero institucionalmente descarto cualquier uso. De lo que tenemos probado, es un disparate sostener que la policía autorizó el uso de balas de plomo. Ahora, si se prueba que algún policía de forma particular lo utilizó va a ser investigado y se aplicará todo el rigor", dijo.

En el caso de Antonio Olmos, quien acusó a personal de Infantería por el impacto de bala de 9 milímetros que tiene en el pie, el magistrado aseguró que "se va a investigar" esa denuncia.

En tanto, tras las declaraciones de testigos, ordenó cuatro allanamientos en los que se secuestró un arma; y cuatro personas fueron detenidas: tres hombres y una mujer, dos de estas personas son de origen paraguayo. Hoy, se los indagará por "daños y destrozo de bienes públicos" y "amenazas coactivas con uso de armas de fuego".

Beltramone agregó: "No se puede discutir el trabajo social y comunitario de la hermana Jordán, así que las personas que fueron a parcelar y ofrecían a la venta los terrenos sabían lo que funcionaba ahí".