Melani Moreira tiene 15 años, mide 1,70 y su abuela, Alicia Pinto, la describe como "grandota", pero también como una chica "crédula". El jueves 12 de julio, hace nueve días, desapareció. Dijo que cruzaba enfrente de la casa de su abuela, en pasaje Bacle 6429, en el barrio de la Carne, para buscar a su hermana Candela, de 14 años. Salió sin el puff que usa para el asma, y también sin el pase para colectivos que tiene por su leve discapacidad mental. Una hora y media más tarde, Candela volvió sin Melani, y la abuela empezó a preocuparse. Desde entonces no tienen noticias de la adolescente, que concurre a la escuela especial 2004, de Bermúdez y Arijón. Cuando desapareció, tenía una campera inflable blanca y pantalones de jersey azul oscuro. Sus ojos son marrones, y lleva el pelo castaño oscuro largo, generalmente recogido en una cola alta. La denuncia está radicada en la comisaría sub20, y los teléfonos familiares para comunicar cualquier noticia son 153 301233, 153 195525, 4621333 y 4729677, que pertenece al centro de salud Alfonsina Storni, donde atienden a la niña.

Alicia es abuela paterna de Melani. El padre de la adolescente vive en Corrientes desde que se separó de la madre de sus hijas. Melani siempre prefiere pasar el tiempo en la casa de su abuela, y algunas veces, ha tomado el colectivo sin rumbo fijo antes de volver a su casa, pero jamás se fue por su propia voluntad más allá de la noche. Un viernes, a las 5 de la madrugada, cruzó sola un descampado para ir a la casa de su abuela, que funciona como un refugio para ella. Sobre los días previos a la desaparición, Alicia cuenta: "Estuvieron desde el domingo conmigo, y el jueves yo ya les estaba diciendo que ya tenían que irse a la casa, porque yo no la puedo tener viviendo conmigo". La mujer alojó durante seis meses a Melani en su casa, debido a una grave situación familiar. "Después tuvieron que volver con la mamá. Esa tarde, yo tenía que ir a trabajar, y ella me dijo que iba enfrente a buscar a su hermana, pero pasó más o menos una hora y media y volvió Candela, cuando le pregunté por Melani me dijo que no la había ido a buscar. Como se trataba de poco tiempo, esperó hasta la noche, pero a esa hora ya comenzaron a hacer la denuncia, pegar fotos de la chica por el barrio y movilizar todos los recursos disponibles.

Lo cierto es que Melani nunca quería irse de la casa de su abuela, pero tampoco intentó fugarse. "Tiene un pequeño problema, como un retraso, ella tiene 15, pero es como que tiene menos", contó la abuela, quien relató que evitan dejarla sola en la calle, aunque sabe tomar colectivos. "Ella siempre me decía que no quería irse, y me pedía que la tuviera conmigo, buscaba todo lo que fuera para no irse", contó Alicia sobre su relación con la nieta. "Si hubiera tenido pensado irse, habría agarrado el puff, porque es asmática y se agita enseguida y también el pase del colectivo, que otras veces cuando se ha puesto caprichosa, ha agarrado el colectivo y se ha ido a dar toda la vuelta, pero enseguida volvía", describió la situación.