La defensa de dos de los detenidos por la causa de la narcochacra de Alvear, denunció ayer que la policía "se robó hasta los perros" durante el allanamiento. Marcos Cella, abogado defensor de Gabriela Martinetti (28) y Diego Cuello (36) -el dueño de casa- asistió ayer por primera vez a la mujer en su ampliación de indagatoria ante el juez de instrucción Juan Carlos Vienna, ante quien dejó constancia del robo de alhajas, euros y hasta dos canes de raza Golden Retriver, que custodiaban la propiedad. Según Cella, el accionar de la policía en todo este procedimiento fue "harto irregular".

Cella -quien tomó ayer contacto por primera vez con la causa- recordó que "todo fue tan irregular que el anterior defensor había pedido la nulidad del procedimiento ante el mismo juez". "Ahora -agregó- estamos evaluando también pedir la nulidad ante la justicia federal, por motivos claros: son muchas las irregularidades que surgen de la propia filmación de la policía".

Según el letrado "los testigos aseguraron que llegaron tarde, dos horas después de comenzado el allanamiento, y por si fuera poco mi clienta denunció que le robaron hasta los perros. Además de otros faltantes que surgen de la propia filmación. Es más, la señora dice que muchas de las cosas que estaban allí las colocó la policía, que armó una 'mise en escene'".

Según Cella, la mujer denunció que le faltaron "una pulsera de oro y moneda extranjera, billetes de euro concretamente que aparecieron filmados y después no figuraron entre el secuestro". Además Cella dijo que la mujer se quejó porque "le plantaron cosas".

"El procedimiento no se llevó a cabo como correspondía: los testigos llegaron dos horas después, y esto es la irregularidad más grande que hay. Y luego lo que faltó del secuestro: hay además una bolsa negra que desapareció de la que cual no sabemos su contenido, que salió en los medidos en estos días. Es más, hay una filmación en la que aparece un uniformado con la bolsa en la mano que grita ¡bingo! y se la lleva".

--¿Podría haber dinero en efectivo en esa bolsa? -preguntó Rosario/12.

--No me consta todavía, porque recién ingresamos hoy (por ayer) a la defensa. Pero podría haber habido dinero en esa bolsa. Lo que sí es cierto es que a mi clienta le faltó dinero, aunque no sé si estaba en la bolsa o afuera. El dato de color es que mi clienta le dijo ayer al juez en su ampliación de indagatoria que le habían robado hasta los perros, lo que generó algunas risas en el juzgado, pero lo lamentable es que es cierto.

--Se informó en su momento del hallazgo y secuestro de armamento, drogas y hasta pedazos de cajeros automáticos. ¿Qué dice usted frente a este secuestro?

--No tengo copia aún de la causa, y no quiero mentir. Lo que puedo decir es que en este operativo pudieron haber encontrado tantas cosas como las que pudieron haber colocado para implicar a mis clientes. La sanidad del operativo debió haber estado desde el minuto cero, con testigos desde el inicio, y no dos horas después. Y cuando esto no ocurre, las suspicacias son muchas y sobre todo cuando alguien aparece filmado diciendo ¡Bingo!

--¿Su clienta vio cómo se llevaban esa bolsa?

--Lo que dice mi defendida es que las drogas y las armas no estaban ahí, que se robaron todo de la casa y que les arruinaron la vida. Este fue su testimonio. Además dijo que les rompieron todo, y que la policía tuvo mucho maltrato.

El pedido de nulidad en el ámbito federal no es menor porque el 24 de abril el juez federal Marcelo Bailaque procesó con prisión preventiva a cinco de las personas detenidas en esa chacra, en la que se hallaron 19 kilos de drogas, por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Los apresados en esa finca rural habían sido seis pero uno de ellos quedó trágicamente excluido del dictamen judicial: es Miguel Angel Saboldi, de 35 años, quien a ocho días de esa detención murió en el incendio intencional de un pabellón de la alcaidía de la Jefatura de Rosario.

Doce kilos de marihuana, siete de cocaína, un lote de armas de fuego de varios calibres, tres vehículos y 150 mil pesos en billetes de baja denominación, distintivos de la venta de droga a nivel minorista, fue parte del secuestro. A partir de este procedimiento, el juez Bailaque procesó a Cuello y Martineti, además de Facundo Sandoval, José Ignacio Alvarez y Carlos Rubén Ariola.