Un grupo de dirigentes y víctimas de la represión a obreros y sindicalistas de la Unión Obrera Metalúrgia (Uom) de Villa Constitución en 1975, presentarán hoy una denuncia ante la Unidad Fiscal de Derechos Humanos, en los Tribunales Federales de Rosario. "El Villazo fue la última lucha clasista de nuestra historia reciente, cuyas consecuencias llegan hasta el presente", afirmó la abogada patrocinante Gabriela Durruty. "Lo de Villa fue un ensayo de lo que sobrevendría un año después a escala nacional" tras el golpe de Estado de 1976, agregó.

Victorio Paulón, Zenón Sánchez, Agustín Reynaldo Luna, Cástulo Bogado, Miguel Alberto Simonovich, Luis Orlando Aliendro, Juan Actis y Roberto Justo Martínez, estarán patrocinados por el equipo jurídico de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, y la Asociación de ex Presos Políticos "Héroes de Trelew".

El 25 de noviembre de 1974, la Lista Marrón de la UOM, con Alberto Piccinini a la cabeza, ganó en Villa Constitución con el 64 por ciento de los votos, venciendo a la llamada "burocracia sindical" liderada en ese entonces por Lorenzo Miguel. Pero esta primavera sindical duraría sólo cuatro meses.

El ministro del Interior de Isabel Perón, Alberto Rocamora, denunció un "complot subversivo destinado a paralizar el cordón industrial del Paraná". De inmediato, y aplicando la ley de ese gobierno constitucional que ordenaba "aniquilar la subversión", se produjo una "invasión armada a Villa Constitución para mandar a la cárcel a cuanto directivo, comisión interna o delegado de base cayera en la redada", enfatizaron las víctimas, que remarcaron que "lo de Villa fue un ensayo de lo que sobrevendría un año después a escala nacional" tras el golpe de Estado de 1976.

"Más de 30 compañeros fueron asesinados entre 1975 y 1976, la mitad por la Triple A y el resto por la dictadura militar. La única diferencia para sus deudos fue el derecho a sepultar los despojos mortales en la etapa democrática. Más de 300 trabajadores entre el 20 de marzo de 1975 y el 24 de marzo de 1976 conocieron las cárceles argentinas con distintos períodos de duración: algunos estuvieron presos semanas, otros meses y otros durante años. Otros padecieron el exilio aún después de ser liberados. Más de mil metalúrgicos perdieron el empleo al finalizar la huelga y decenas de ellos debieron abandonar la ciudad amenazados por comandos de la Triple A", dijo la abogada.