Mar 24.09.2013
rosario

CIUDAD › ZACARíAS OFRECIó 250 MIL PESOS PARA ESCAPARSE DE LA ALCALDíA

Dinero, es lo que le sobra

El narco comenzó una huelga de hambre para evitar el traslado, y volvió a declarar ante el juez Vera Barros y el fiscal Murray, quien amplió su imputación por el lavado de dinero e incluyó a un policía federal prófugo.

› Por José Maggi

El narco David Delfín Zacarías preparaba su fuga de la Alcaidía de la Jefatura, ofreciendo 250 mil pesos para concretarla. Con esta data el jefe de la policía rosarina, Luis Bruschi, se presentó el sábado ante el juez federal Carlos Vera Barros, a quien explicó haber obtenido la información de un modo anónimo, por lo que solicitaba el traslado del preso que regenteaba la cocina de cocaína más grande descubierta en el país, ubicada en Funes. De inmediato el magistrado federal ordenó que sea trasladado a una dependencia del Servicio Penitenciario Federal, que podría ser el penal de Ezeiza, lo que se concretará en las próximas horas. Ayer además Zacarías comenzó una huelga de hambre para evitar el traslado, y amplió su declaración indagatoria ante Vera Barros y el fiscal Juan Patricio Murray, quien le amplió su imputación por el lavado de dinero, e incluyó al policía federal José Luis Dabat, como otro de los cómplices del delito. "Heman", como se lo conoce en la fuerza, tiene captura desde hace una semana y ayer presentó un pedido eximición de prisión. La imputación también alcanzó a Gonzalo Jaime, pareja de la hija de Zacarías.

Murray le imputó a Zacarías, además de la "producción y fabricación de clorhidrato de cocaína", la "conversión, transferencia, administración, venta, gravamen, y disimulación de dinero, muebles e inmuebles provenientes de las ganancias producidas por el tráfico de estupefacientes para la adquisición de apariencia de origen lícito", de acuerdo al registro de bienes presentados por la secretaria de Delitos complejos Ana Viglione, y la responsable de lavado de activos, Margarita Zabalza.

Delfín trató en la primera parte de su declaración despegar a su clan familiar, relativizando sus roles, y aduciendo, por ejemplo, que algunos de ellos, como su cuñado, solo cometieron el pecado de "aceptar que le ponga algunas cocheras a su nombre, y como me demoré en venderlas, quedaron así, a su nombre".

También aseguró que con algunas empresas perdió plata como la que se dedicaba a sub alquilar maquinaria pesada para la construcción, Top Crane. "Perdí 40 mil pesos", aseguró. Sin embargo reconoció que con la remisería le va bien: "Son entre 400 y 500 pesos por día por auto, y tengo un montón de remises". Justificó parte de sus ingresos, en "comprar autos en mal estado, y venderlos arreglados".

En cuanto al mega emprendimiento para actividades deportivas que construye en San Lorenzo, con exenciones brindadas por la administración radical de Leonardo Raimundo y el Concejo local, aseguró que lo hace

"desde hace seis años y a pulmón". Repitió que sumó a la sociedad a carpinteros de madera y aluminio, a electricistas, gasistas y hasta la arquitecta Viviana Casarico, que cobrarían recién "cuando esté terminado el complejo".

Zacarías justificó su inversión en un motivo que devino de la simple observación de sus vecinos: "En la ciudad de San Lorenzo y alrededores no había nada" a tal punto que "la gente los fines de semana va al Campo de la Gloria con sus silloncitos a tomar mate, porque no hay entretenimientos".

En esta parte del relato Zacarías ensaya una defensa, que puede complicarlo aún más. "Cuando salí de estar preso por una causa de drogas, para que me dejen tranquilo en ocasiones le he pasado a la Policía Federal, por miedo, algunos datos como direcciones dónde se vendía droga, pero ellos quisieron más y por eso me la juraron".

La siguiente actitud de Delfín es dar lástima: "A nosotros, los otros detenidos nos ven como un billete de lotería caminando, y por eso tengo miedo que nos muevan de este pabellón de la iglesia (evangélico)

donde nos resguardan para que no nos pase nada".

Así expresó su temor porque otros crean que tiene dinero. Sin embargo Zacarías hizo gala de parte del origen de sus ingresos: "Viajo hacia el Uruguay con una coupé Audi, en donde juego torneos de póker, en el Casino Conrad, y en el Casino Mantra, en donde soy invitado y no pago ni hotel, ni comida, ni nada".

En esta instancia confiesa que gana dinero "porque al Uruguay van muchos brasileños que como en sus país no tienen casino, van a tirar el dinero (a Punta del Este), y a mi me va bien. Tengo un sistema de juego que lo puedo demostrar en donde prácticamente con paciencia son solo ganancias y en dólares". Asegura haber ganado muchas veces, pero como eran cifras menores a los 10 mil dólares, no las tenía que declarar a su reingreso al país. "Solo una vez hice un papel porque superé esa cifra", remarcó.

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