Sáb 26.10.2013
rosario

CIUDAD › ALLANARON LA COMISARíA DEL BARRIO DONDE VIVE EL GOBERNADOR

Llegaron sin aviso previo

A partir de un llamado anónimo, que avisaba que en la seccional de Darragueira al 1100 había un arma vinculada al ataque a la casa de Bonfatti, funcionarios judiciales y del ministerio de Seguridad llevaron adelante un allanamiento.

La investigación del atentado contra el gobernador Antonio Bonfatti sumó un capítulo clave con el allanamiento realizado en la comisaría 10ª, que empezó ayer al mediodía y continuaba pasadas las diez de la noche. El foco de las sospechas, ratificadas a partir de un mensaje anónimo, se ubicó a sólo trece cuadras de la vivienda familiar del mandatario, y en la misma casona que ocupa la delegación policial encargada de garantizar la seguridad en barrio Alberdi. La inspección concitó a funcionarios del Ministerio de Seguridad y permitió descubrir una pistola del mismo calibre empleado en la balacera del 11 octubre, oculta dentro de un automóvil que estaba secuestrado, pero sin precintos, en el patio de la seccional. Anoche, las autoridades políticas y policiales evaluaban el futuro del comisario a cargo, Ronald Cuñé, quien al cierre de esta edición conservaba su libertad.

Fuentes del Ministerio de Seguridad revelaron que un llamado anónimo ﷓cuyo receptor no identificaron﷓ avisó que en la comisaría de Darragueira al 1100 había un arma vinculada al ataque a la casa de Bonfatti. Otras fuentes señalaron que la advertencia llegó en forma de mensaje de texto al celular de la jueza María Luisa Pérez Vara.

Tras el aviso, una partida de las Tropas de Operaciones Especiales llegó sin aviso a la seccional para requisar el edificio. En el segundo intento, los agentes hallaron una pistola calibre 11.25 adentro de un Ford Fiesta blanco que estaba secuestrado "desde hacía bastante tiempo", según dijo un vocero policial. El arma tenía 6 proyectiles y una cápsula servida. La llevaron hasta la sección Balística de la UR II para cotejarla con los proyectiles disparados contra la casa de Bonfatti, y el peritaje, realizado por la misma policía, dio resultado negativo, según las fuentes consultadas.

En tanto, esa apacible cuadra de Alberdi se estremeció con la prolongada presencia de las TOE, de la jueza, más la fiscal del caso, Ana Rabin y el equipo adjunto que trabaja en la causa Los Monos, más el secretario de Seguridad, Matías Drivet y la subsecretaria de Delitos Complejos, Ana Viglione. Asimismo, hicieron comparecer a todo el personal de la comisaría, incluido Cuñé que ayer estaba de franco. En derredor, corrían rumores que suponían desde la hipótesis de una zona liberada policialmente para un pase de factura narco a mensajes de una interna de la fuerza de seguridad.

Mientras tanto, hubo vecinas curiosas que defendieron la performance del comisario. Sin embargo, hubo un motivo anterior para propiciar las sospechas sobre la seccional 10ª: el 20 de julio apareció en Agrelo al 1700 una carta anónima en la que acusaba a Cuñé de brindarle protección a kioscos de drogas en su jurisdicción. En esa misiva están mencionados algunos nombres ya vinculados con el narcotráfico tales como Delfín Zacarías, Luis Medina y Ema Pimpi.

Adentro de la comisaría había sabuesos hurgando en las computadoras y los teléfonos de la dependencia. Hubo quien observó que en los últimos días el portón de la seccional estuvo abierto y sin control porque "se estuvo haciendo limpieza general". En esa línea, el testigo evaluó la posibilidad de que "alguien ajeno a la policía haya entrado a meter el arma".

Por otra parte, ayer fueron imputadas en la causa tres personas por el atentado a la vivienda del gobernador y quedaron detenidas por decisión de la jueza Pérez Vara, aunque en un primer momento se habló de seis. Manuel Martínez, Germán "Papaíno" Ramírez y Saúl Sánchez fueron acusados por los delitos de "amenazas calificadas por anonimato, portación y abuso de arma, y daños". Los tres negaron haber cometido el hecho del que están sospechados como autores materiales.

Preocupados por la cantidad de nombres que se mencionaron en los últimos días, como posiblemente relacionados con la causa, ayer algunos abogados se acercaron al juzgado de Pérez Vara para averiguar la situación de sus clientes. El apodado "Gordo" Brian G. ﷓﷓miembro de la barra brava de Central que lidera Andrés Pillín Bracamonte﷓﷓ fue uno de los nombrados que aparentemente habría ido a buscar la policía en uno de los allanamientos, aunque sin éxito.

Manuel Martínez fue detenido en su casa de Ramón Lista 3440. Ayer negó la acusación que le hicieron en el juzgado y quedó imputado. Una fuente lo ubicó como un miembro de la barra brava de Ñuls.

El apodado Papaíno es otro de los acusados, que fue detenido en Avellaneda al 4800. Los voceros lo señalaron como primo de Juan Domingo Ramírez, mencionado en la causa de Los Monos. El hombre dijo que "no tiene nada que ver" porque cuando se efectuaron los disparos a la casa del gobernador en Darragueira y Gallo "estaba en su casa".

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