Miedo, conmoción, angustia y zozobra fue lo que sintieron ayer los pasajeros del interno 38 de la línea 115 de Transporte Urbano de Pasajeros, cuando en pleno mediodía tres presuntos ladrones se subieron a la unidad en San Luis y Dorrego, los amenazaron con un arma de fuego y le ordenaron al chofer que cambiara el recorrido. Personal de la Policía Motorizada y del Comando Radioeléctrico detuvo el colectivo en Montevideo y Dorrego y logró reducir a los tres jóvenes de entre 17 y 22 años, que escapaban tras varios robos. Los uniformados les encontraron una decena de celulares y dinero. Los pasajeros pudieron descender del ómnibus, aunque la angustia y las lágrimas no les permitían hablar.

"Ojo que son choros", le gritaron dos jóvenes al chofer, desde la vereda, cuando los tres muchachos lo abordaron "como pasajeros comunes", para poner fin a la persecución, a la corrida. "Eso los alteró y nos dijeron que no nos moviéramos porque nos quemaban", relató entre sollozos Reina, quien se dirigía a su trabajo en un geriátrico de 3 de Febrero al 200.

La gente se agolpó en esa esquina, a una cuadra de los Tribunales Provinciales, justo en el horario de salida de funcionarios y personal judicial. "Nos apuntaban con un arma y dijeron que no nos moviéramos. Manipulaban el arma como si nada y se les podría haber escapado un tiro hacia cualquiera; hasta había chicos y una señora con una nena discapacitada, en el primer asiento. Uno venía armado, los otros no sé porque nos obligaron a mirar para afuera", dijo entre llantos la mujer. Después de tomar un trago de agua, relató que los agresores le dijeron al chofer que acelerara, "que los sacara de ahí (por la zona)".

Los transeúntes que presenciaron la escena del rescate policial, relataron que personal de la Motorizada llegó al lugar y un uniformado bajó de la moto y se paró en medio de la calle, frente al colectivo, apenas cruzó Montevideo y mientras circulaba por Dorrego. Al subir al ómnibus con otros agentes, lograron reducir a los supuestos ladrones y permitieron bajar a los pasajeros.

Más tarde, la policía indicó que el hecho fue provocado por tres jóvenes de 17, 20 y 22 años que habían protagonizado distintos robos, y se subieron a la línea 115 para huir, hasta que los rodeó la policía, y les secuestraron más de diez teléfonos celulares, dinero y otros elementos robados, aparentemente de una agencia de lotería de calle Italia al 900.

La situación causó verdadero pánico y shockeó a quienes viajan abordo del interno, y en la calurosa vereda de calle Dorrego al 1600 hubo gestos de solidaridad de vecinos y comerciantes.