La Justicia rosarina acumuló a los Tribunales santafesinos la causa en la que se investigan mensajes de texto amenazantes que recibió el gobernador Antonio Bonfatti, durante el conflicto policial de principios de este mes. Así lo confirmó ayer una fuente judicial, sobre el expediente que tramita el juez Juan Andrés Donnola, en subrogancia del juzgado de Instrucción N 14, por pedido de la Fiscalía que impulsa la investigación. Es que, antes de que se iniciara esa causa por amenazas, que tiene como elemento de prueba un teléfono celular que fue secuestrado de la vivienda de Alberto Martínez, titular del gremio no reconocido de la policía provincial, Apropol, la Fiscalía de Estado había presentado una denuncia contra el sindicato en la Justicia de Santa Fe, el 3 de diciembre. Allí consta --además de la volanteada e incitación a la sublevación policial desde la página web del gremio-- un mensaje de advertencia al teléfono del mandatario provincial. El expediente está camino a Santa Fe y consta de desgrabaciones de escuchas telefónicas y recortes periodísticos que permitirán continuar con la investigación.

La acumulación del expediente --que se tramitó hasta ayer en Rosario-- a la Justicia santafesina tiene que ver con que la Fiscalía N 12 y el juez Donnola encontraron conexidad objetiva, porque el objeto de investigación es el mismo que en el sumario de Santa Fe; y conexidad subjetiva porque ambas causas tienen a las mismas personas involucradas, entre quienes está Alberto Martínez, de cuyo teléfono prevendrían los mensajes, según los peritajes.

La causa de Rosario se inició hace más de dos semanas, en medio de la protesta policial que duró varios días, y generó zozobra en la sociedad. Por esos días el gobernador recibió mensajes en su teléfono particular y el hecho fue presentado en la fiscalía de Causas con Imputados no Individualizados (NN), a cargo de Marcelo Vienna, quien tomó la denuncia al propio Bonfatti, en su despacho. Uno de los mensajes, le reclamaba "pagá las 12 lucas, pelado".

Por esos días estaba de turno el juzgado de Instrucción 14, con el juez Javier Beltramone como subrogante, quien ordenó una serie de allanamientos que terminaron en la vivienda de Martínez, donde se secuestró un teléfono celular que sería de la esposa del líder de Apropol. Ambos estaban de viaje en Santa Cruz, con lo cual fueron citados para comparecer en la Justicia a su regreso. Martínez no declaró en el expediente, pese a que el fiscal Donato Trotta había solicitado la indagatoria.

En tanto, la causa abierta en Santa Fe es la que inició el poder Ejecutivo cuando, tras los sucesos de paro policial en Córdoba, y los saqueos que trajo aparejados, Apropol comenzó a distribuir volantes y a incitar --mediante la web-- a una movida similar de la policía santafesina para lograr mejores salarios. Por esos días llegó un mensaje al gobernador en que le preguntaron si pensaba seguir pagando lo mismo a los empleados de la fuerza, viendo lo que sucedía en la capital mediterránea.

Ahora, frente al planteo fiscal de que las causas están conectadas en cuanto al objeto y los sujetos ene investigación, los funcionarios judiciales rosarinos consideraron oportuno que las causas sean unificadas --al expediente más antiguo-- e investigadas por un solo magistrado.