Sábado, 25 de enero de 2014 | Hoy
CIUDAD › PREOCUPACIóN DEL GOBIERNO POR UNA ESCALADA DE VENGANZAS A BALAZOS EN ALGUNOS BARRIOS
Tras siete crímenes en 48 horas, la policía sacó refuerzos hasta de sus oficinas para incrementar la vigilancia en las calles y prevenir hechos violentos. "No será suficiente sino contamos con la comunidad", dijo el subjefe de la URII.
Por Luis Bastús
Luego de los cinco asesinatos que Rosario contó en las 24 horas del jueves, el subjefe de la Unidad Regional II, Julián García, anunció la decisión de aumentar la presencia de uniformados en zonas sensibles y denominó ese plan como "de saturación policial". Un centenar de efectivos de distintas áreas de la fuerza puestos a patrullar desde ayer centros comerciales y barrios calientes con la intención de "anticiparse a conflictos que por minúsculos que sean derivan en reacciones violentas", dijo. Aunque reconoció que "quizás esto solo no alcance sin la cooperación de la comunidad". Desde el gobierno lo definieron como "un plan de contingencia" que armaban desde el lunes 20 ante la percepción de una escalada de tiroteos en Puente Gallego, Nuevo Alberdi, barrio Toba y Fuerte Apache, donde el martes mataron a una niña. En las primeras horas de ayer hubo dos homicidios más, y suman 28 en lo que va del mes, 5 más que en enero del año pasado.
El asesinato de un comerciante en Juan Manuel de Rosas y Mendoza, al ser asaltado ayer a las 7 cuando abría su negocio sensibilizó aún más la agenda pública de la seguridad. Al mediodía alguien ejecutó en plena calle de Villa Gobernador Gálvez a un hombre que acababa de salir de la cárcel. Un par de horas más tarde, sin que nadie preparara ningún acto oficial para el anuncio, el número dos de la policía rosarina salió a mostrar la reacción del Ministerio de Seguridad.
"Por el grado de violencia que se está observando, donde cualquier conflicto minúsculo deriva en reacciones extremas, hemos decidido implementar un sistema de saturación para anticiparse a esos hechos", dijo el comisario García a Rosario/12. Y se apuró en advertir que "prevenir un ajuste de cuentas es muy difícil, por eso somos conscientes de que este dispositivo no alcanzará por sí mismo. Pedimos a la comunidad, a sus instituciones, que sumen a este objetivo para prevenir esta cultura violenta". La alusión del jefe policial refirió a políticas públicas, "con más vida en los clubes, más escuelas, más opciones que ocupen a la juventud y las aleje de la violencia".
El subsecretario de Seguridad Comunitaria, Angel Ruani, aseguró que la decisión de sacar más policías a la calle surgió entre el viernes y el lunes pasados, ante disputas a balazos registradas en cuatro barrios. Pero la muerte de Melanie Navarro, de 5 años, el martes a la noche, en Flammarion al 4900 precipitó la instrumentación del plan. "Se interrumpieron licencias y se reasignaron efectivos para sumar presencia sobre todo a la noche, con la Guardia de Infantería y otras áreas. Trataremos de sostenerlo por lo menos un par de semanas, lo que se pueda", dijo Ruani.
El comisario García señaló que desde ayer se dispusieron 100 efectivos reasignados desde las Tropas de Operaciones Especiales, la Guardia Rural Los Pumas, de otras regionales como las de Casilda, Rafaela y Coronda, e incluso de oficinas administrativas. Deben mostrarse y patrullar los centros comerciales de la ciudad, los shoppings y "las zonas de mayor conflictividad". Ayer estas brigadas extra fueron encomendadas hacia jurisdicciones de las seccionales 15 y 21 (Fuerte Apache), 18 (B San Francisquito), 19 (B Moderno), 20 (Empalme Graneros) y subcomisaría 2 (Nuevo Alberdi). Por la noche, agregó el comisario, sumarían patrullaje en barrio Tablada y la seccional 17, de Fisherton.
García resumió el propósito del esquema en "aumentar la presencia policial en calle, sumar prevención y vigilancia como forma de dar una respuesta inmediata" al estupor ciudadano que supone el balance de siete homicidios en menos de 48 horas. Sostuvo que hasta ayer el despliegue policial en las calles rosarinas estaba dado por 1.500 uniformados, entre Comando Radioeléctrico, las comisarías, Patrulla Motorizada y Guardia de Infantería.
"Es un número significativo, pero sabemos que no es suficiente, entonces sumamos este grupo de hombres preparados para tratar de frenar los hechos violentos", explicó.
El subjefe de la URII expresó su intención de que la fuerza de seguridad "tenga mayor contacto con la comunidad", lo que remitió a la reciente creación de la Policía Comunitaria, que en Rosario debutará en marzo en barrio Las Flores. Consultado sobre lo que puede aparentar una contradicción de conceptos entre saturación policial y policía de proximidad, García desestimó. "Esta medida es para dar una respuesta inmediata, que se irá complementando a medida que el proyecto de Policía Comunitaria se vaya desarrollando", respondió. Y Ruani rechazó la relación: "No tiene nada que ver una cosa con la otra. La Policía Comunitaria será una intervención fija, para quedarse permanente en el barrio. Esto otro es un plan de contingencia cuya implementación tuvimos que acelerar porque se sucedieron enfrentamientos de violencia extrema".
Anoche vecinos de Juan Manuel de Rosas y Mendoza protestaron frente a la comisaría 1 y denunciaron la existencia de "una zona liberada en barrio Martin", luego de que un delincuente asesinara de un tiro en la cabeza al dueño del kiosco y librería de esa esquina, Jorge Massin, de 53 años, a las siete de la mañana, cuando abría el negocio.
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