La municipalidad envió ayer para su tratamiento en la Comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal el último estudio de costos del boleto del Transporte urbano de Pasajeros (TUP), que elabora el Ente de la Movilidad de Rosario (EMR), y que fijó un valor de 5 pesos. "Hay una realidad insoslayable: en enero hubo una devaluación fenomenal, que si es proyectada anualmente nos da como resultante una cifra catastrófica, cercana al 40 por ciento", afirmó el concejal Carlos Comi (ARI-CC), titular de la comisión. La mayoría de los ediles opositores plantearon cautela a la hora de fijar un nuevo incremento. "Primero hay que ver si el aumento es necesario o no", adelantó el concejal Osvaldo Miatello (Compromiso con Rosario), vicepresidente del EMR. "Venimos planteando objeciones serias al aumento de costos y en ello están los subsidios que el municipio entrega en forma directa y que no entran en el estudio de los valores finales". agregó el edil justicialista, integrante del interbloque que en diciembre negoció la última suba del boleto, en la que se aprobó un porcentaje menor al que pretendía el Ejecutivo.

Pasado el receso legislativo, y luego de las reuniones que la intendenta Mónica Fein mantuvo con los presidentes de los bloques políticos del Palacio Vasallo, habrá que observar cuál será la estrategia del municipio para intentar consensuar un nuevo incremento. Lo concreto es que el último estudio de costos del TUP, que marcó un boleto a 5,02 pesos, comenzó ayer formalmente a discutirse en la Comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal.

Previsiblemte, los ediles oficialistas plantearon su preocupación por el incremento de los costos en el sistema, mientras que los concejales opositores pidieron esperar para saber qué va a suceder con los subsidios otorgados por el gobierno nacional y la paritaria de los choferes, además de criticar nuevamente la metodología empleada para el estudio de costos.

En ese sentido, el concejal Miguel Cappiello (PS) invitó a los integrantes de la comisión "a analizar la posibilidad de modificar o mejorar la fórmula elaborada por la Universidad Nacional de Rosario para establecer el costo definitivo".

El concejal Aldo Pedro Poy, en tanto, no consideró conveniente "establecer una tarifa promedio, ya que las empresas de (Agustín) Bermúdez tienen los mejores recorridos", y le respondió a Cappiello argumentando que "las prerrogativas que tiene el privado no las tiene el Estado al brindar el servicio".

Desde el Pro, la concejala María Julia Bonifacio reclamó una auditoría por el ingreso de personas al casino, ya que un porcentaje de la recaudación va al transporte de Rosario. "Nosotros tenemos diferencias en los valores", planteó la edila macrista.

Por su parte, el concejal Jorge Boasso (UCR) solicitó que el Ejecutivo remita el mensaje con el valor de la tarifa que crea conveniente, y que "comience a considerar los costos en función de los kilómetros recorridos y no por pasajero transportado". De todas maneras, y según adelantó Comi, "tiene que venir vía mensaje de la intendenta un valor determinado, para que luego se realice el debate político. Hay que hallar un costo que nos permita seguir funcionando, ya que estamos en un año clave porque nos acercamos a un nuevo sistema de transporte, para que el mismo se renueve y que las frecuencias mejoren. Ha aumentado todo y es lo que estamos afrontando para seguir funcionando".

Durante la reunión de ayer los ediles que componen la misma recibieron a representantes de la Cámara de Remises. El titular de la Cámara, Alfredo Gordo, solicitó una actualización del valor de los viajes entre un 22 y un 25 por ciento. Además, requirió que no se modifique el valor de la bajada de bandera, actualmente en 23,14 pesos y que el reloj comience a modificar sus valores a partir de los 1500 metros de recorrido, actualmente lo hace luego de los 2000. También reclamaron por "un mayor control de los remises ilegales a los que acceden compañías de seguros y dedicadas a la salud".