Lun 14.04.2014
rosario

CIUDAD › LA LLEGADA DE LAS FUERZAS FEDERALES A ROSARIO, VISTA DESDE EL TERRITORIO

En los barrios piden que no se corte

El arribo de Gendarmería y Prefectura a las calles generó expectativas en los vecindarios jaqueados por la violencia. Referentes quieren que el plan se profundice. Otros no: piensan que así se estigmatizan sectores de la población.

› Por Lorena Panzerini

Después de que las fuerzas de seguridad nacionales irrumpieran en la siesta rosarina del miércoles pasado, con allanamientos contra el narcotráfico, Rosario/12 dialogó con referentes barriales y representantes de instituciones que caminan los vecindarios, ahora controlados por Gendarmería Nacional y Prefectura. Algunos de ellos se manifestaron con "expectativa y esperanza" de que merme la situación de violencia, y al mismo tiempo reclaman que la intervención "no se reduzca a operativos de seguridad". "Si las medidas de alto impacto político, que impresionaron a la población, vienen en un plan general, bienvenido sea. Queda mucho camino por recorrer, y hay que ir al hueso del narcotráfico", dijo Horacio Tabares, de la ONG Vínculos. Mientras que Alejandra Fedele, referente barrial del Movimiento Evita aseguró que tras el operativo, "se va a ampliar el trabajo con centros del Sedronar que se abrirán en Rosario, para que los chicos puedan estar asistidos desde el deporte, la cultura y otras disciplinas. La idea de esta llegada es poder trabajar socialmente". Otras fuentes consultadas fueron más escépticas y no coincidieron con la forma en la que se abordó la problemática.

Hace más de treinta años que Tabares tiene equipos de trabajo y recorre barrios como Santa Lucía, Empalme Graneros, Tío Rolo, la zona sur y Villa Gobernador Gálvez. Al analizar la situación, el psicólogo social planteó: "Sabemos que se vive una situación de temor generalizado, no hay persona que no haya sido víctima de un delito. La gente sabe que después de las siete tiene que quedarse en su casa. Esta situación de zozobra impacta en la salud mental de la gente. Hay niños que no pueden salir a la calle, adolescentes que no salen de noche porque eso genera una situación de mucho miedo para sus padres. Estamos esperando qué va a pasar con este operativo, tenemos mucha expectativa. Esperemos que todo esto contribuya para lograr una cierta tranquilidad".

El profesional consideró que "este operativo conjunto de saturación, produjo una situación de alto impacto, que podría ser el inicio para superar lo crítico de la ciudad, siempre y cuando no se reduzca solo a un operativo de seguridad y de orden policial, porque además de algunas consideraciones que habría que hacer con respecto al procedimiento, es necesario recordar las recomendaciones de Naciones Unidas y de la OEA sobre drogas, y tener en cuenta que la reducción de la oferta tiene que ir acompañada de otras medidas". En ese sentido, Tabares planteó que "esto es reducción de la demanda, ateniente a las políticas y estrategias de prevención, de educación y promoción para la salud. Hay anuncios de que se va a inyectar una cantidad de fondos importantes para la Sedronar, esperemos que se efectivice esto y que se puedan armar estrategias para estar a la altura de esto y de lo que se está viviendo".

Tabares sostuvo que "lo que se abordó hasta ahora son las bocas de expendio, pero creo que hay que ir más a fondo, a desentrañar quiénes son los grupos y organizaciones que alimentan estas bocas de expendio. Cuando se está vendiendo una bocha de cocaína en un búnker, hay que pensar que viene de un largo proceso, que era pasta base y que se trató con precursores químicos, detrás hay empresas vinculadas con el delito. Hay que ir al hueso de esto y desentrañar quiénes son los delincuentes de guante blanco que se escudan en grandes edificios y empresas truchas que están detrás de esto; sino esto no va a pasar de la gran impresión. Estamos con mucha expectativa y esperanza, porque era necesario".

Por su parte, Silvia Tratzi, de la ONG Paloma de Paz, de barrio Godoy -uno de los barrios donde se realizaron allanamientos el miércoles pasado- estimó que "todo lo que sea para garantizar derechos como tomarte un colectivo e ir a trabajar tranquilo, derecho a que un chico pueda salir de su casa e ir a la escuela, es muy bueno y ayuda. La idea es mermar la violencia y todo lo que podamos hacer como sociedad para calmar los índices que se están dando, bienvenido sea", instó.

Para Guillermo Campana, de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud, la opinión es otra: "Estuvimos reflexionando colectivamente, y esto no es la salida que esperábamos ni por la que militábamos, porque entendemos que de esta manera se circunscribe la violencia a los territorios más empobrecidos de la ciudad con una mirada muy sesgada de lo que es el delito y refuerza un estigma sobre determinados territorios". En ese sentido, consideró que "lo que hay que hacer es garantizar el ejercicio de los derechos en los barrios más vulnerados con respecto a la vivienda, la calidad de vida, la salud, la educación, y de eso no se habla. Venimos pidiendo que se declare la emergencia en materia de infancia y juventud porque son las víctimas principales de este sistema y de esta manera se aborda por el tema de la seguridad entendida en un sentido muy acotado. No se dijo si a partir de esto se vaya a hacer algún otro trabajo en los territorios, en lo social".

Fedele señaló que en los últimos días "hay mucha tranquilidad" en los barrios que recorre el movimiento. "Como dijo (el secretario de Seguridad Nacional, Sergio) Berni: se tuvo que entrar con esa medida porque ya se sabe cómo se manejan los búnkers, y el estado provincial no podía tomar el control de la situación. No queremos que nos controlen los narcos y la policía que tiene connivencia con ellos". Y amplió: "Lo que se busca es aplacar la situación del narcotráfico y llevarle tranquilidad a los vecinos de los barrios porque son los que más padecen la violencia", señaló.

En cuanto a lo social, señaló que el trabajo "se va a ampliar con centros del Sedronar que se abrirán en Rosario, y para eso estuvimos hablando con Molina, para que los chicos puedan estar asistidos desde el deporte, la cultura. La idea de esta llegada es poder empezar a trabajar socialmente. Hoy, la gente nos dice que camina más tranquila en los barrios, y es obvio porque los gendarmes al no ser de acá, no se sospecha que tengan connivencia. Este operativo no se hizo de un día para el otro, está todo estudiado. La esperanza de la gente es que con esta llegada la situación de violencia desaparezca totalmente para vivir tranquilos".

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