Una ejecución a sangre fría y una pelea familiar fatal marcaron ayer de madrugada la cuenta inexorable de los homicidios en Rosario. Brian Wegner, de 23 años, transitaba junto con un amigo, a bordo de una moto, en el barrio Plata, cuando en la esquina de Cafferata y Lamadrid apareció un Renault 9 que se apareó al rodado. Desde adentro, y sin más trámite, según la policía, uno de los dos ocupantes del auto abrió fuego. Testigos del barrio señalaron que se escucharon "varios" disparos. El médico forense encontró tres impactos de bala en el pecho de Wegner, quien para entonces ya había fallecido. Faltaban minutos para las dos de la mañana. El amigo de la víctima aseguró a los agentes de la comisaría 18ª, con jurisdicción en el lugar, que no conoce a los autores del ataque ni sus motivos.

El segundo homicidio ocurrió en Empalme Graneros, y comenzó con la pelea a trompadas que protagonizaron dos hombres, cuñados entre sí. Fue en la esquina de Barra y Génova. Durante la gresca, un chico de 15 años, Marcelo B., intervino en defensa de uno de los contendientes, pero eso le valió una puñalada que le costó la vida allí mismo. El desenlace provocó represalias por parte de los amigos del adolescente muerto que llegaron a la casa y la emprendieron a balazos. Uno de los proyectiles hirió de gravedad a una mujer de 24 años, embarazada de 9 meses, y otro acertó en una pierna de la madre de esa chica, de 38 años. Ambas fueron derivadas al Hospital Centenario. La más joven, debido a su estado de gravidez, quedó internada.

Por la mañana, la policía detuvo al presunto cuchillero y a un hermano, de 32 y 38 años, respectivamente. Hoy los indagará el fiscal Miguel Moreno.