El Ejecutivo municipal tiene cifradas expectativas en el nuevo sistema de transporte que proyectó y ya presentó para Rosario. Lo considera moderno, superador y a la altura de todas las demandas de los usuarios. Pero los referentes de la oposición en el Concejo, apenas tomaron el pliego, alertaron que no contempla nuevas formas de financiamiento, y eso implicaría que la tarifa, igual que ahora, continuará siendo la variable de ajuste. Para el edil Osvaldo Miatello, la iniciativa del oficialismo es "solo una expresión de deseo", mientras que la concejala María Julia Bonifacio observó una "gran falla" porque "se desconoce cómo se van a optimizar los recursos para que no caiga siempre en el usuario". Desde el Frente Progresista, Carlos Comi adelantó que la intención es aprobarlo "en el primer semestre para que en el segundo se haga la licitación".

Líneas barriales, con la correspondiente facilidad para interconectar los principales puntos de la zona. Conectividad con líneas primarias y secundarias, unidades modernas, acceso a personas con discapacidad, pantallas led, aire acondicionado frío calor y una frecuencia de 5 a 7 minutos. A grandes rasgos, el nuevo sistema de transporte urbano superará por mucho al actual, según describen sus defensores. Según Comi, presidente de la comisión de Servicios Públicos en el parlamento chico, "recoge las demandas que desde hace mucho tiempo se han planteado en distintos barrios".

El 5 de febrero, dirigentes vecinales de una docena de barrios y representantes de instituciones que trabajan con discapacidades, protagonizaron una asamblea pública en el Concejo en la que afloraron todas las quejas de los usuarios. En resumen, las demandas rondaron sobre la demora en las frecuencias de casi todas las líneas entre un ómnibus y otro, la falta de más servicios en barrios sólo conectados con uno solo, y la falta de adecuación de los coches para el uso de discapacitados visuales y motrices a pesar de que hay una ley que así lo impone para todo el país desde hace 17 años.

Los ediles opositores que también integran la comisión, avalan las palabras de Comi, pero diagnostican un "problema serio", que es en definitiva el nudo de la discusión. "No contempla la financiación del sistema. Es un tema central. Uno puede diseñar el mejor de los sistemas, pero hay que ver cómo se financia. Sobre todo cuando tenemos distintas fuentes de financiamiento", alertó el peronista Miatello, que además es vicepresidente del Ente de la Movilidad Rosario (EMR). En tanto, la macrista Bonifacio señaló que tiene "dudas" de que el Ejecutivo cumpla realmente con el sistema que ideó. "No sé si se va a poder contemplar todo lo que está en el pliego, se maneja más o menos de la misma manera que se está manejando ahora. Nos preocupa, no vemos nada que nos pueda indicar que realmente esto se va a poder cumplir", ahondó la concejala amarilla.

En la actualidad, el sistema se alimenta mediante ingresos a través del corte de boleto, subsidios nacionales y municipales y el fondo compensador que se aprobara recientemente en la Legislatura. Con dichos recursos, el transporte rosarino es "totalmente deficiente", para Bonifacio. Miatello coincidió con su par y aseguró que el pliego "no dice nada" sobre nuevas formas de financiamiento. "Lo único que dice es que se va a formar una comisión entre Ejecutivo, Concejo y los actores del sistema para discutirlo. Empeora aún, no hay una definición, es la madre de las discusiones. Calculo que el oficialismo quiere trasladar los mayores costos al precio del boleto. Yo no estoy dispuesto. Hay que rediscutir otras variables que permitan mejorar, el sistema cómo está no va más", apuntó el integrante del directorio del EMR.

Comi admitió que el pliego plantea la creación de una comisión para que "en conjunto, Servicios Públicos estudie nuevas alternativas de financiamiento para que no recaiga siempre en los usuarios. Pero hay un ordenamiento legal que es el que establece la Ley Orgánica de Municipalidades y no conozco proyectos de ningún partido que esté pretendiendo modificarla".