Avanzó en el Concejo un proyecto que apunta a combatir la actitud de taxistas que se arrogan exclusividad de paradas clave en la ciudad, empezando por la más emblemática que tiene este problema: la de la estación terminal de ómnibus Mariano Moreno. La iniciativa obtuvo ayer despacho de la comisión de Servicios Públicos y se tratará en la sesión de este jueves. La medida principal es instalar un puesto de fiscalización permanente que garantice el libre acceso de todos los taxistas y remiseros a las paradas más requeridas. El autor, Sebastián Chale, quiere anticipar ese control en la parada de la nueva Estación Rosario Sur, del tren a Retiro. Desde el Sindicato de Peones de Taxis (SPT) no oponen reparos a la iniciativa.

"Las paradas de taxis son públicas, pero en la práctica son adueñadas por algunos taxistas. Es fundamental preservar el derecho de todos a trabajar libremente, y el de los usuarios a acceder a un servicio público con facilidad y rapidez", argumentó el concejal radical.

Hasta el propio titular del sindicato, Horacio Boix, reconoce que el objetivo no será fácil de alcanzar: "Seguramente, los taxistas en la terminal se van a resistir, ellos hace años tienen su propia cooperativa, aunque está claro que las paradas son públicas y deberían ser de libre acceso para todos", opinó el gremialista, quien asumió con la naturalidad del tiempo transcurrido que esas coerciones existen y que ni el SPT tiene ingerencia en el tema.

"Históricamente en la terminal, un grupo de personas impone pautas de funcionamiento que vulneran el derecho de trabajo. Proponemos una intervención concreta y consecuente para abordar esta problemática: incorporar un punto de fiscalización las 24 horas que tenga como objetivo garantizar el libre acceso de los taxis a la terminal", amplió Chale.

Según datos recabados por asesores del edil, ese parador genera unos 5 mil viajes acaparados por "sólo 60 propietarios de taxis que forman parte de la cooperativa que opera con exclusividad en el lugar, infringiendo la normativa y adjudicándose la propiedad de esa parada. Es inadmisible", dijo.

La toma de pasajeros en la puerta de la terminal ha suscitado varios episodios que abonaron la crónica policial. El último y grave que trascendió ocurrió en julio de 2013, cuando un taxista ajeno a la cooperativa fue increpado y perseguido por intentar recoger un pasajero allí. Lo corrieron hasta barrio Refinería donde uno de los perseguidores sacó un revólver y lo baleó.

"Teniendo en cuenta que es un punto con demanda cautiva y con gran afluencia de turistas, debemos procurar un buen servicio que garantice rápida respuesta, para que los pasajeros no deban estar esperando mucho tiempo por un taxi. Es común ver allí colas de gente cargada con bolsos que ven taxis libres seguir de largo porque no se quieren detener allí", abundó Chale. El edil añadió que en otras esquinas del microcentro ocurren situaciones parecidas.

Consultado por Rosario/12, Boix compartió que "hay que aplicar las generales de la ley, porque ninguna parada tiene dueño. No nos oponemos a ese proyecto porque la situación actual beneficia sólo a un grupo minoritario".