CIUDAD › URRUTY Y GIGLIANI VAN POR LA RENOVACIóN DE SUS RESPECTIVAS BANCAS
"Unidos Podemos" es la lista que lleva al diputado Urruty a pelear su reelección en la Legislatura provincial, y a Fernanda Gigliani a tratar de resultar reelecta para el Concejo de Rosario. La ruptura con el PPS y la adhesión a un perfil más kirchnerista.
› Por Claudio Socolsky
Oscar Urruty y Fernanda Gigliani buscan renovar sus bancas en la Legislatura provincial y el Concejo Municipal en la interna del Frente para la Victoria (FpV), tras la decisión de dejar el Partido del Progreso Social (PPS) por sus diferencias políticas con Héctor Cavallero. "La decisión de presentarnos a elecciones tiene dos aristas. Una era ir por dentro del FpV. En nuestra identidad coincidimos en los lineamentos generales que lleva adelante el gobierno nacional. En segundo lugar, entendíamos que la presentación a elecciones era consolidar los pasos políticos que habíamos tomado casi un año atrás, cuando nos planteamos constituir un nuevo partido a partir de una decisión colectiva", explicó Urruty. "Una de las causas de la ruptura con el PPS tenía que ver con el tema de la renovación política, por eso estamos encabezando las listas. En mi caso, no vengo a prometer nada si no a rendir cuentas de lo hecho y a poner en consideración de la gente una manera de hacer política", agregó Gigliani.
Tanto el diputado como la concejala han desarrollado una intensa tarea legislativa. En diálogo con Rosario/12, los precandidatos de la lista "Unidos Podemos" se refirieron a los temas pendientes. Para Gigliani, uno de ellos es la creación de un Fondo Municipal de Viviendas ya que, consideró, el Servicio Público de la Vivienda municipal es en la práctica "un simple ejecutor de políticas que no le pertenecen; es decir, son de la nación y algunas, muy pocas, de la provincia. La segunda ciudad más importante del país debe tener un Instituto Público de la Vivienda para ofrecerle a la ciudadanía, no solamente a los de menores recursos si no también a sectores medios, la posibilidad de lotes con servicios y viviendas hechas con llave en mano".
Para Urruty, el del Hábitat, además de una tarea pendiente, es una tarea inconclusa. "En Rosario, 200 mil personas en asentamientos irregulares, 400 mil alquilando, está demandando una articulación del Estado con los sectores privados o una acción de por sí para mejorar esa situación. La contracara de 50 mil unidades de viviendas vacías, producto de un trabajo especulativo dentro del mercado. La provincia debe tener una ley de suelos y una nueva ley de hábitat. Sin estas herramientas es muy difícil poder entrarle de lleno a una batalla dura que tiene la gente para tener acceso a una vivienda. De un presupuesto que va a llegar a casi 80 mil millones, el destinado a vivienda es de 200 millones, al menos hay que duplicarlo para tener una política sostenida de vivienda", señaló el legislador provincial.
Consultados por la polarización que marcan algunas encuestas entre el Frente Progresista y el Pro, Urruty consideró que en parte esto obedece a que al Frente para la Victoria "le ha faltado renovar en la en la ciudad referencias electorales, aunque la figura de Omar Perotti le aporta alguna idea de renovación a nivel provincial. Pero en Rosario, tantos años de la candidatura casi permanente de Cavallero lo que ha logrado es empobrecer la aparición de nuevas referencias políticas. Tal vez, en este turno electoral, lamentablemente no tengamos los mejores resultados que uno quisiera, aunque creemos que es el proceso que había que poner en marcha para hacer resurgir una propuesta competitiva que intente enamorar a los rosarinos".
Uno de los temas que sobresale en la agenda electoral es el de la inseguridad. Gigliani apunta a la creación e institucionalización de los Consejos Comunitarios de Seguridad, instancias donde se reúnen mensualmente el comisario de la seccional del barrio, los vecinos, los referentes del Ministerio de Seguridad y los concejales. "En un momento se hicieron, pero se dejaron de hacer. Para nosotros es fundamental el control social que pueda hacer la ciudadanía, no solamente de la policía, si no también de los funcionarios que están a cargo de las áreas de seguridad", planteó la edila.
Para resolver la problemática, Urruty indicó que hay que trabajar en la inclusión socio educativa con la presencia del Estado en el territorio: "Los dos gobiernos provinciales y los municipales se han desentendido, y esta ausencia de políticas han hecho aparecer a los sectores vinculados a la narcocriminalidad". Otra cuestión de importancia es la de reformar la fuerza policial. "Por una decisión política que se tomó el 10 diciembre del 2007 se la dejó autogobernar. Esto produjo una vinculación muy estrecha entre algunos cuadros de las fuerzas de seguridad con el delito y la delincuencia. Hay que hacer una profunda depuración y mejorar las condiciones laborales de los policías".
El diputado provincial no está de acuerdo con la idea de una Policía Municipal conducida por el intendente sea el jefe. "Por favor, no pueden hacer la escamonda, no pueden llevar adelante tareas de zanjeo, y queremos ponerlos a cargo de la fuerza policial. Si tuviéramos presupuesto para conformar una nueva policía municipal o metropolitana, por qué no utilizamos esos recursos para mejorar las condiciones de trabajo de los 21 mil policías que tenemos actualmente. La tarea principal debe ser cómo reformulamos a esta policía en función de un plan de seguridad mucho más racional que el que tenemos", señaló Urruty.
Para Gigliani, las dudas sobre una policía municipal también están planteadas por la problemática de las jurisdicciones. "Si te roban en el límite de Nuevo Alberdi, seguramente la municipal te va a decir que no era su competencia si no de Granadero Baigorria". La concejala también deslizó críticas a la Policía de Acción Táctica que "en su momento arrancó matando a un chico en La Tablada, por lo que no podemos decir que tenemos a una nueva policía. Para nosotros, no es el fracaso de (Antonio) Bonfatti, (Mónica) Fein, y (Raúl) Lamberto. Es el fracaso de la población rosarina en general. Si algo generó la inseguridad es que perdimos nuestros espacios de libertad".
Según Urruty, mientras se produzcan estas reformas, la Gendarmería debería estar presente, sobretodo en las zonas calientes de Rosario. "La gente tomó una relación muy rara porque siempre creyó que con las fuerzas de seguridad había una intromisión en la vida individual, pero con la Gendarmería no lo vivió de esa manera. La experiencia fue otra. Por eso creemos que hasta tanto estas reformas se produzcan, Gendarmería debería estar acompañando este proceso en las principales ciudades de la provincia porque generar un espacio de tranquilidad y pacificación que es necesario", concluyó el diputado provincial.
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