"Mi empresa, Reina Automotores, está siendo investigada con otras cuatro empresas. Por eso estamos haciendo una presentación espontánea para mostrar quiénes somos y demostrar que no son ciertas las cosas que se están diciendo. Esto es algo que empezó años atrás y no se pudo detener. Cuando mi empresa cerró en calle Oroño, fue porque el alquiler subió a 70 mil pesos más IVA, un monto que no se podía abonar. Nada que ver con lavado de dinero, ni narcotráfico". De este modo se defendió ayer el empresario Leandro David Pérez, novio de la vedette Vicky Xipolitaxis. Lelo dejó también alguna frase polémica con la intentó definir a sus clientes: "Le vendíamos vehículos a gente bien".

Pérez explicó los vínculos que lo pusieron en la mira de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) -como lo señaló ayer este diario-, que se presentó como querellante contra tres bandas locales por lavado de activos presuntamente procedentes del tráfico de drogas y otras actividades ilícitas. "Todo esto explota por Victoria", aseguró su abogado es Carlos Varela.

Respecto a su relación con Luis Medina, asesinado junto a su pareja en diciembre 2013 en el Acceso Sur de Rosario, indicó que tuvo vínculos solo en dos oportunidades. "Le vendimos dos coches hace cinco años. Nunca manejé otro dinero que no sea el mío", confesó. "Medina tuvo su rubro. Esto se vuelve engorroso porque Germán Tobo, un empleado que trabajó cuatro años conmigo, me dijo que se iba a trabajar con Medina. Luego del escándalo, cuando a este muchacho lo matan (por Medina), Tobo emprendió otro negocio. No le fue bien y fue acribillado. Por este muchacho es que relacionan a Medina con Reina Automotores".

Consultado sobre los Cantero, el clan narco tanbién conocido como Los Monos, Pérez negó haberles vendido un coche y advirtió que este negocio, a su entender, no se presta con facilidad para ese tipo de transacciones. Aunque reconoció que "no le golpea a la puerta a (el titular de la Afip, Ricardo) Echegaray" cada vez que está por cerrar algún negocio. "Hacemos averiguaciones básicas que harían saltar cualquier irregularidad", confió.

El empresario explicó que "en una concesionaria no se tiene que estudiar a las personas que compran un vehículo. No es que venía 'el viejo de la bolsa' o gente con bolsas de dinero de un peso a comprar un BMW. Le vendíamos vehículos a gente bien, que tenía su Cuit, empresas, muchas transferencias bancarias como corresponden".

El apellido de Pérez, también aparece en otra sociedad sospechosa, integrada por tres personas, una de las cuales cumple prisión por contrabando de cocaína. Gustavo Spadoni fue acusado y detenido en el marco de la causa Peras Blancas, que desnudó una operación que pretendía cruzar a Portugal más de una tonelada de droga camuflada en esa fruta.

"Spadoni era mi amigo, no mi socio", aclaró y contó que una vez intentaron formar una empresa de venta de repuestos con otro amigo, Repuestos Exclusivos SRL, pero el negocio jamás prosperó porque a poco de empezar a andar, un representante de marca se retiró y arruinó toda chance. Luego admitió que "hace dos años que no lo veo porque está detenido por cuestiones de las cuales no estaba notificado".