Desde Santa Fe

El atentado incendiario del domingo en la Fiscalía de San Javier fue "un hecho premeditado" y "planificado" para "intimidar" a la fiscal Rosana Marcolín o lograr "impunidad" en alguna de las causas judiciales que tiene a su cargo, según las pesquisas iniciales. El jefe del Ministerio Público, Julio de Olazábal, se inclinó por la primera hipótesis, pero advirtió que los autores del ataque "se equivocan" porque no le meterán miedo a Marcolín, ni "frenarán sus investigaciones". En cambio, la fiscal alertó sobre la segunda pista: "Es obvio que hay una maniobra para encubrir una causa penal y destruir evidencias". Y confirmó que él o los desconocidos que entraron a su despacho se llevaron el disco rígido de su PC antes de prenderle fuego a documentos y computadoras y robar armas que estaban incautadas. El local no tenía custodia, ni cámaras de seguridad, ni alarma contra robo o incendio.

De Olazábal estuvo ayer en San Javier junto con el fiscal regional Ricardo Fessia, para expresar su respaldo a Marcolín y evaluar la situación. "Esto es muy grave. No recuerdo un atentado de estas características contra el Poder Judicial", dijo el titular del Ministerio Público. "No pareciera ser un hecho repentino. El acceso a computadoras y a datos puntuales nos hace pensar que hay algo complejo en juego".

En una rueda de periodistas, De Olazábal prometió que el atentado "no quedará impune". "El que hizo esto, no va a conseguir su propósito. No va a intimidar (a Marcolín) ni lograr la impunidad, todo lo contrario, se va a investigar y la sociedad de San Javier va a colaborar aún más en el esclarecimiento". "No habrá impunidad", insistió el fiscal general. "Cometieron el hecho, han conseguido escapar en estos momentos, pero vamos a hacer los esfuerzos posibles para que esto no quede impune", añadió.

Según de Olazábal, se barajan dos hipótesis del atentado. La "intimidación" a Marcolín o la destrucción de evidencias. "No podemos saber en este momento si entre los legajos que han sido quemados, hay alguno que se haya pretendido ocultar en particular", dijo. Y se inclinó por la primera hipótesis: un intento de meterle miedo a la fiscal, para que "no siga produciendo investigaciones". Pero los autores, "se equivocan radicalmente. Esto lo único que demuestra es que hay gente que no sabe vivir en democracia", agregó.

Sin embargo, la fiscal planteó la segunda hipótesis. "Es una maniobra encubridora con intenciones de frenar una investigación penal. No sabemos cuál, pero no hay dudas de eso". Y dijo que le robaron "el disco rígido" de su PC y una cantidad de armas de fuego que no precisó, antes de quemar legajos, documentos y computadoras. "Perdimos los registros, pero vamos a pedir la colaboración de la policía. El hecho de que se hayan perdido las actas es una complicación, pero no significa que se haya perdido el testimonio", explicó. Y acerca de la armas, no pudo decir cuántas eran y de qué calibre, porque al parecer tampoco había inventario en el precario depósito.

La fiscal insistió que se trató de "un hecho premeditado" y "planificado". "Fue terrible lo que ocurrió, institucionalmente gravísimo. Un ataque al Poder Judicial que perjudica la investigación de causas penales. Es muy grave que se animen a realizar semejante semejante manobra".

Cuando le preguntaron si se llevaron documentación importante o la quemaron, la fiscal respondió: "Estoy segura de que se llevaron elementos de la oficina o se aseguraron de quemarlos. Vamos a hacer un análisis de lo que falta y veremos qué se puede reconstruir. Nosotros investigamos 2.000 causas, entre ellas por delitos contra la vida o abusos sexuales". "Hay muchas causas que pueden haber generado esta situación. Es obvio que hay una maniobra para encubrir una causa penal y destruir evidencias", agregó.

Marcolín dijo "aparentemente habría actuado una sola persona, que entró por la parte trasera de la fiscalía a través de un patio interno. Fue un hecho perpetrado con mucho profesionalismo. No era un improvisado. El que hizo esto ingresó por una puerta lateral, no por el frente. Trepó por un patio interno, cortó un enrejado que había allí con mucha precisión. Luego accedió a una ventana, la violentó y cuando ingresó rompió cerraduras de donde estaba la documentación. Con mucho esmero armó una pila con todos los sumarios y le prendió fuego", concluyó.