CIUDAD › EL CASO DE ROCíO, EMBARAZADA Y MUERTA A LOS 15 POR PRESUNTA VIOLENCIA DE GéNERO
Los familiares se quejan de que "la justicia no hizo nada" y
sospechan del novio que estaba encerrado en el baño cuando la
adolescente fue hallada muerta con una sábana en su cuello.
› Por Lorena Panzerini
Rocío Ayelén Segovia tenía 15 años y estaba embarazada de 33 semanas y media. El 27 de agosto de 2014, una de sus hermanas la encontró con una sábana enredada en el cuello, colgada de una viga del techo de su pieza. Según relata su familia, su concubino se había encerrado en el baño. Los médicos que llegaron a la humilde vivienda de barrio Santa Lucía, dijeron que llevaba entre dos y tres horas muerta, por lo que tampoco se pudo salvar a la beba, que se llamaría Génesis. Ante los gritos y desesperación de la familia, Brian C., de 19 años, salió del baño pero "se hacía el desentendido" y dijo que, tras una discusión, Rocío se encerró. "Se mostró frío al verla muerta", dijo Ana, otra de las hermanas de la adolescente, que habló con Rosario/12. Sin embargo, Vanesa, quien la encontró, aseguró que la puerta estaba entreabierta. La autopsia reveló que la marca en el cuello de Rocío no es compatible con una sábana, a no ser que ésta tenga un reborde. Pese a que el acusado negó una pelea, en la habitación había cosas tiradas en el suelo y platos rotos. Una vecina escuchó gritos pero pensó que era una cuestión privada. Según testigos, no era la primera vez que la jovencita sufría violencia por parte de su novio. La familia acusa al muchacho y se queja de que la Justicia "no hizo nada". "No fue un suicidio", aseguran. Desde Fiscalía de Homicidios, indicaron que la causa continúa en etapa de pruebas, y se esperan resultados de medidas.
Rocío y Brian se conocieron dos años antes del hecho. La relación adolescente tuvo algunas idas y vueltas. En los últimos seis meses, tras enterarse del embarazo, vivían juntos en una pieza del terreno del papá de Rocío. Ahí mismo vivía Vanesa, de 23 años, que varias veces presenció los malos tratos de Brian hacia su hermana. "Ella lo echaba, pero a los días él volvía", relató Ana, otra de las hermanas de la víctima.
Rocío solía tener moretones, marcas y dolores, pero fingía y nunca se atrevió a denunciar al muchacho. Decía que estaba enamorada. Con Ana, de 21 años, se contaban todo. "Ella creía que cuando naciera su hija él iba a cambiar; y yo le aconsejaba que si ella lo amaba que luchara por ese amor. Ahora me arrepiento".
"Ella estaba feliz con su embarazo, se hizo todos los controles, ecografías. Incluso su médica nos dijo que ella estaba muy bien, entusiasmada; pero nunca la llamaron a declarar. Rocío no estaba deprimida. Tenía sus cosas, estaba armando su espacio y no necesitaba de Brian. Nosotros como familia nos ayudamos en todo. Yo la había acompañado a iniciar trámites para el nacimiento, y ella estaba contenta", relató Ana, con las ecografías en la mano.
La tarde del hecho fue de terror. "Mi hermana Vanesa se fue de la casa a las 12 y los dejó a Rocío y Brian; cuando volvió a las 15.30 se encontró con esa situación. Brian estaba encerrado en el baño, y ni siquiera había llamado una ambulancia. Dijo que Rocío estaba encerrada, pero la puerta se cierra con un pasador del lado de adentro; sería imposible que mi hermana haya entrado si la puerta estaba trabada. Cuando llegaron los médicos dijeron que ya era tarde, que el cuerpo estaba sin vida hacía dos o tres horas; o sea que todo pasó apenas Vanesa se fue. Una vecina dijo haber escuchado gritos y llantos de Rocío, pasadas las 12. Y la autopsia dice que la marca en el cuello no es compatible con la de una sábana, sino con un elemento más delgado. Entonces nosotros creemos que él la mató, porque hay muchos indicios de que fue así", señaló Ana.
La joven señaló que en la investigación a cargo de la fiscal Mariana Prunotto hay testimonios de personas que "sabían que él le pegaba, la maltrataba y la amenazaba". Justamente, las quejas de la familia apuntan directo a la Fiscalía, donde se movilizaron días atrás con la Federación de Organizaciones de Base (FOB). "Hay mensajes de Facebook que él le mandaba amenazándola; y gente que la vio golpeada. Todo eso está en las declaraciones. Hace más de un año que mi hermana murió y la fiscal no hizo nada. Apenas falleció le hicieron una autopsia psicológica de la que todavía no hay resultados; pero no mandó peritar la sábana apenas pasó todo. Ahora mandó a hacer una pericia sobre una mancha de sangre que había en la sábana. Pero, si todo esto se hubiera hecho antes, Brian ya estaría preso. Rocío sufría violencia de género, y ese día ella estuvo solo con él".
Ana tuvo que mudarse de barrio "para poder salir a hacer público el caso", porque vivía cerca del acusado. "El era un pibe violento que celaba a mi hermana y le decía que si esa hija no era suya la iba a matar; pero ni siquiera le importó la hija. La bebé no pudo ser salvada porque él no llamó a una ambulancia cuando había tiempo. Ahora está de novio con otra persona. También amenazó a mi otra hermana y nosotros hicimos la denuncia de eso. En la causa está todo: la autopsia, los testimonios, las amenazas, lo que dijeron los médicos; pero parece que nada le alcanza a la fiscal. Es como si se pusiera en defensora de Brian. Rocío ya no podía ni caminar, ¿cómo iba a hacer para colgar una sábana a un techo tan alto, con la panza que tenía?", expresó sobre sus dudas.
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