Por primera vez en cinco años, la causa por la muerte de Vanesa Celma llegará a audiencia oral y pública en los Tribunales rosarinos, donde la Cámara Penal deberá resolver el pedido de desarchivo de la investigación sobre el concubino de la joven de 27 años. El hecho ocurrió el 29 de junio de 2010, cuando Omar Díaz llegó a la casa que compartía con la víctima, después de dos días de ausencia. La pareja inició una discusión que duró un par de horas. Poco después, Vanesa, embarazada de ocho meses y madre de un nene de cinco años, salió de la habitación envuelta en llamas. Falleció cuatro meses después, a causa de las graves quemaduras. El pedido de la familia para que se investigue a la pareja de la joven fue constante durante el tiempo que la jueza Mónica Lamperti tuvo en sus manos las averiguaciones. Sin embargo, el acusado nunca fue citado a una declaración indagatoria. En su descargo testimonial, dijo que Vanesa se había quemado sola. En junio, Lamperti archivó la causa con respecto a Díaz. La fiscalía y los querellantes apelaron esa resolución y mañana se realizará la audiencia que será acompañada por la Multisectorial de Mujeres, a partir de las 10.30.

Mientras Lamperti estuvo a cargo de la investigación, la causa judicial permaneció caratulada como "incendio". Frente al insistente reclamo los familiares, en junio pasado, antes de que la jueza dejara el Juzgado de Instrucción 12º para pasar a formar parte del nuevo sistema penal, se modificó como "Investigación de las causas que provocaron el deceso de Vanesa Celma", pero Lamperti resolvió el archivo respecto del concubino de la joven, pese a testimonios y elementos que hablaban de la violencia que ejerció contra ella, durante 11 años de relación.

"Queremos que este caso sea tenido en cuenta en el contexto de violencia doméstica. Es mucho el tiempo que dejaron pasar sin una investigación adecuada del tema; hay testigos que están en la causa, que hablan de ese contexto, y pedimos una mirada de género para que se tome como tal. Hay varios sucesos documentados por testigos de que ella era víctima de violencia. No solo nos mataron a una persona, sino que nos vulneraron el derecho de justicia. Hay muchos actores que contribuyeron para que esta causa haya sido archivada", dijo a Rosario/12 Eva Domínguez, la cuñada de Vanesa, que se puso al hombro la causa, y que forma parte del colectivo de Mujeres de Negro.

Al mismo tiempo, los abogados querellantes María Noel Severo, Valentín Hereñú y Juliana Tagliatti, indicaron que en la audiencia de mañana solicitarán formalmente el desarchivo de la investigación. Para ello, plantearán como principal alegato que la resolución de Lamperti "causa un gravamen irreparable" para la familia de la víctima. "La afecta gravemente", dijeron. Entre los fundamentos, señalaron que en el caso de cerrarse la causa, la carga quedaría en que la querella busque pruebas para reabrirla, de manera particular; pero entienden que según las convenciones internacionales como la de Belém do Pará, "la responsabilidad de investigar este tipo de hechos es fundamentalmente del Estado, y de no ser así se estaría incumpliendo".

En el fallo de archivo, la jueza procesó al entonces jefe y a dos policías de la Comisaría 12º por no resguardar los elementos de prueba en la causa, como la ropa que tenía puesta la joven cuando ocurrió el episodio, y por haber perdido la cámara con la que se tomaron las fotografías del lugar del hecho. Sin embargo, no hay culpables por la muerte de la joven.

Tras la resolución, el fiscal Guillermo Corbella presentó un recurso de revocatoria, con apelación subsidiaria. Pidió que "se revoque el fallo de archivo y se ordene la indagatoria de Díaz". En el escrito, el funcionario judicial planteó que no se tomó en cuenta la subyacencia de la violencia de género en el episodio que culminó con las gravísimas quemaduras y muerte de la víctima. Habló también de los compromisos que asumió el Estado en materia de violencia contra las mujeres, como la Convención de Belén do Pará, de rango constitucional.

Durante los últimos años, la familia de Vanesa sufrió ante la "falta de respuestas" judiciales al reclamo de que se investigue con perspectiva de género. La ex fiscal del expediente, descartó las declaraciones de una enfermera porque dijo que era una testigo "de oídas" y no la valoró como prueba; además, llegó a decirle a Eva que su cuñada se había muerto "por amor".