"Creí que era un robo". De esa manera se expresó ayer José, un hombre que vive en barrio Ibarlucea, de Capitán Bermúdez, a quien el martes por la madrugada se le metieron "como cuarenta encapuchados" a su casa, "con ropa de policías". Eran más de las 3, y José estaba profundamente dormido, aunque poco antes había escuchado ruidos fuera de su casa, pero pensó que era su hijo con la novia o con amigos. Ayer se reunió con personal del Servicio Público de la Defensa Penal, para presentar un habeas corpus correctivo "para que cese cualquier tipo de atropello del Estado hacia el hombre".

José es changarín y desde lo que pasó el martes por la madrugada perdió su trabajo en una obra, cerca de su casa. "Los vecinos me ven como a un delincuente", dijo. Esa noche, cuando despertó, tenía a "policías apuntándole". Según su relato en la defensoría, lo sacaron de la cama, lo tiraron al piso, le pusieron precintos en las manos y lo sentaron en una silla, mientras revisaban cosas de su casa. "Me dijeron `vos ya sabés por qué estamos acá'. Pero, ni sabían qué buscaban. No sé por qué entraron. Después se fueron; pero creí que era un robo"; dijo el hombre.

José no sabe cuánto duró lo que relató; sólo sabe que después, otros policías le sacaron el precinto y uno de los vecinos que se ofuscó por lo que le hicieron lo llevó a la comisaría; aunque allí no hay denuncia radicada. "Ahí, él contó lo sucedido, pero no le dijeron nada", dijo una fuente que tuvo acceso al relato del hombre en Defensoría.