Con el peronismo en oposición tanto en la Provincia como en la Nación, se abre para el Secretario General del PJ Rosario "una etapa de replanteos". En ese sentido, el concejal remarcó que "no hay un liderazgo único en la provincia, y quién crea que esto es posible está equivocado". En diálogo con Rosario/12, el referente del Movimiento Evita bregó por una "firme alianza de amplios sectores del peronismo y el Frente Para la Victoria".

--¿Qué análisis hace de la actualidad del PJ provincial?

--Es una etapa que de replanteos de cara al nuevo escenario político que vive la Argentina. En el plano provincial se hizo una elección que para muchos fue sorprendente, pero para nosotros no, porque creemos que el peronismo durante estos años ha crecido, sobre todo en cantidad de militantes, muchísimos sectores juveniles, del movimiento obrero, organizaciones sociales. Pero el nuevo escenario indica que hay dos desafíos para nosotros: uno lo que tenemos que proteger, que es el programa, el proyecto político que votó el 49 por ciento de los argentinos, que tiene que ver con la defensa del mercado interno, la defensa del salario, las paritarias, de la industrialización, del compre argentino. Ese 49 por ciento requiere de nosotros muchísimo cuidado y tomarnos de alianzas que llevaron a que eso sea posible. El otro desafío es poder pararnos en un escenario donde el gobierno expresa un programa totalmente inverso a eso.

--¿Cuál es el camino para que ese tipo de alianzas, en este marco opositor, no se diluya?

--El camino es programático, en vez de discutir nombres y apellidos lo que hay que discutir fundamentalmente es cómo nosotros nos paramos ante este nuevo escenario. Para ser más claros, hay una transferencia de 120 mil millones de pesos de los trabajadores a los sectores del complejo agroexportador. El rol del peronismo tiene que ser señalar eso y defender a los trabajadores, no puede ser el de quedarse callado ante esa situación, confundirse, no decir nada. No ser ajeno al conflicto social, pero darle un horizonte político. Es una discusión de estos días...si lo que se viene es ser oposición o resistencia, es una falsa discusión en realidad. La diferencia con otro momento, con la década del 90 por ejemplo, es que para todos aquellos que nos formamos y empezamos a militar frente al modelo neoliberal, no había salidas políticas. Era una resistencia marginal y exclusivamente social. Ahora tenemos un horizonte político, que es el de mantener y acrecentar la adhesión que tiene el Frente Para la Victoria en nuestra sociedad y nos lleve de acá a cuatro años nuevamente a dirigir los destinos del país.

--¿Las elecciones provinciales determinaron líderes?

--Las elecciones son importantes y hay distintos protagonismos. Hay protagonismos que tienen que ver con lo electoral y otros que tienen que ver con la conducción cotidiana de la fuerza. No siempre coinciden. Hoy el desafío que tienen el FPV y el peronismo es que quién pudo expresar al FPV a nivel nacional como fue Daniel Scioli y quién ha conducido los destinos del FPV como lo hizo Cristina, puedan de alguna manera llegar a un marco de acuerdos y entendimientos, que creo que se está dando y se ve en gestos cotidianos, que no hayan otras opciones que al sistema le gusta instalar, más liberales. La garantía de que esto no suceda es una firme alianza de amplios sectores del peronismo y el FPV, que se sintetizan en el liderazgo de Cristina, que se lo ganó en la gestión cotidiana, y el protagonismo que ha ganado Scioli como candidato de este conjunto.

--¿Hay liberales en el PJ de Santa Fe?

--Estaba haciendo un análisis más nacional, cuando me refería a eso pensaba en términos que nos quieran imponer desde afuera alguna candidatura que no garantiza la unidad del movimiento ni ese programa del 49 por ciento, un Massa, un De La Sota, un Urtubey.

--¿Pero los hay en la provincia?

--Me parece que todas las expresiones que se han mantenido todo este tiempo dentro del PJ y el FPV son válidas. Sí creo que no hay un liderazgo único en la provincia, y quién crea que esto es posible está equivocado. Hoy hay una buena cantidad de referentes que se han ganado su lugar, algunos electoralmente y otros en la conducción cotidiana. Lo que se necesita es una conducción colectiva.