Un joven de 19 años, involucrado en la violenta saga de venganzas y disputas territoriales entre bandas narco, murió ayer por la tarde, ejecutado de al menos nueve balazos, luego de que dos autos lo encerraron en barrio Las Delicias cuando circulaba en otro coche, acompañado por un muchacho que resultó herido. También fue baleado y hospitalizado otro joven, involuntario testigo de la repentina emboscada. No hay pistas de los homicidas, más que los dos vehículos que abandonaron en su fuga, luego de consumar el crimen.

La víctima era Javier Monzón, que fue investigado por la Justicia por el asesinato de Luis Bassi, ocurrido frente a su remisería de Villa Gobernador Gálvez en octubre de 2014. En la Fiscalía de Homicidios se sospecha que Monzón pertenecía al clan Los Monos, comandado por miembros de la familia Cantero.

En abril pasado, el joven había sobrevivido a 13 balazos disparados desde una motocicleta sobre el auto que conducía por bulevar Oroño al 5400. Ayer no tuvo esa suerte.

Hacia las cinco de la tarde, Monzón y un amigo transitaban en un Volkswagen Gol por Madre Cabrini al 2700, a tres cuadras de Ovidio Lagos y Circunvalación. De pronto, un Fiat Punto y un Volkswagen Bora los alcanzaron y los encerraron. Descendieron al menos tres hombres a balazo limpio. No se precisó si los emboscados también contestaron el fuego o no. En segundos, los atacantes obligaron a Monzón a descender del vehículo. Al parecer, ya estaba herido. Lo echaron sobre la vereda de una casa y lo acribillaron con por lo menos ocho balazos más. La Policía de Investigaciones contó en la escena del crimen unos 18 disparos en total.

El acompañante de Monzón y un joven que estaba parado en la cuadra y no alcanzó a cubrirse resultaron heridos y fueron internados en el Hospital Clemente Alvarez.

Los del Fiat Punto huyeron hasta chocar en Francia y Sánchez de Bustamante, donde abandonaron el auto. En tanto, el VW Bora fue abandonado en barrio Belgrano. Investiga la fiscal Marisol Fabbro.