El servicio eléctrico en la ciudad hizo crisis ayer cuando el pico de demanda sostenida en las últimas cuatro jornadas, a caballo de una sensación térmica que por momentos superó los 40 grados centígrados, dejó sin el vital suministro de energía a unos dos mil usuarios en distintos sectores del ejido urbano. El clímax del malestar que provocó esta situación se expresó en un piquete espontáneo que montaron vecinos de Cafferata al 2000, con corte de calle incluido para manifestar su hastío y el renovado reclamo de solución a la Empresa Provincial de la Energía que otra vez, como cada verano, resulta superada por los contratiempos que causa tal demanda.

"Hace cuatro días que estamos sin luz. No puede ser. En algún momento reponen el servicio, pero después se vuelve a cortar. Nos van a quemar todos los aparatos. Además hay gente grande, chicos. No puede ser que nos corten la luz todas las noches. No podemos dormir. ¿Tenemos que llegar a esta instancia para que alguien nos de bola?", dijo una señora por la mañana, mientras sus vecinos acomodaban los contenedores de basura en la bocacalle para interrumpir el tránsito y sumar así el descontento de los automovilistas.

"Se corta la luz, vuelve y de nuevo se vuelve a cortar. Anoche hicimos una protesta y esta es la segunda. Que quede claro que no pertenecemos a ningún partido político, somos vecinos y sufrimos las consecuencias que evidentemente trae el calor. Me pregunto qué hacen en invierno las mentes brillantes que trabajan en la EPE. Con la cantidad de construcciones que hay, qué hizo la EPE para cubrir eso. Y cuando llamamos no responden nada. Le pregunté a una telefonista de la guardia si íbamos a pasar toda la noche sin luz, y me dijo que sí, nomás", bufó otra mujer. A su lado, otra terció: "Nosotros pagamos las boletas. Los arreglos y mantenimiento deberían hacerlos en invierno y no ahora cuando uno tiene que padecer el calor".

Desde la distribuidora eléctrica, en tanto, se limitaron a comunicar los cortes programados y a afirmar que las cuadrillas de reposición trabajan a destajo, según la vocera Diana Antruejo. Una explicación que no conforma y que exaspera aún más a los damnificados.

"La gente se violenta, pero esta es la única forma que tenemos para que nos escuche. Somos vecinos que no estamos enganchados, pagamos por el servicio. Esto es lamentable", dijo uno de los que montaron el piquete en esa esquina de barrio Bella Vista.

"Ayer me quedé hasta las 6.30 despierto en el patio. Sin dormir. Dijeron que en cualquier momento mandarían una cuadrilla, y que anote el número de reclamo. A las 10.30 y vinieron, arreglaron, pero me vuelven a cortar y me quemaron instrumentos enchufados, computadora, fuentes eléctricas", dijo un técnico en computación, ofuscado y somnoliento.

Luego de una jornada en la que el servicio fue y vino por sectores, al cierre de esta edición había cinco zonas con corte de suministro por trabajos de reparación en las líneas de media tensión: entre Urquiza, Rioja, Balcarce y Lagos; entre Sorrento, Circunvalación, Genova y Wilde; entre Pampa, Solís, Rueda y Colombia; entre Eva Perón, Friuli, Urquiza y Wilde; y entre José Ingenieros, Felipe Moré, Vélez Sarsfield y Provincias Unidas. Y además de esas grandes áreas alimentadas por los distribuidores en reparación, se contaban más de 100 usuarios sin servicio por fallas en la red de baja tensión.