Los fiscales Adolfo Villate y Federico Reynares Solari comenzaron el miércoles pasado su alegato en la causa por el secuestro y asesinato de los militantes Adolfo Cambiaso y Eduardo Pereira Rossi, que fueron capturados el 14 de mayo de 1983 en el bar Magnum de Rosario por "integrantes del Ejército Argentino, pertenecientes al Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario". El proceso en el Tribunal Oral Federal número 2 tiene fecha de sentencia para antes del 27 de abril.

El fiscal puntualizó que "los integrantes del grupo -entre los que se encontraban los aquí procesados Pascual Guerrieri, Walter Salvador Dionisio Pagano, Ariel Zenón Porra, Ariel Antonio López, Luis Américo Muñoz, Juan Andrés Cabrera y Carlos Sfulcini- y además Jose Luis Troncoso, Juan José Vragnisan, Raúl Campilongo, Víctor Hugo Rodríguez, Sebastian Roberto Nicolás, Carlos Isach, Edgardo Norberto Andrada y Rubén Eduardo Alcuri -cuyas investigaciones se encuentran en etapa de instrucción- realizaron esta maniobra mediante el empleo de fuerza física sobre los mismos y coacción mediante el uso de armas de fuego; secuencia que fue realizada ante los atónitos y asustados transeúntes y clientes del bar, para retirarse velozmente en los vehículos en que habían arribado".

Villate recordó la trayectoria militante tanto de Cambiaso como de Pereira Rossi y contextualizó lo ocurrido sólo cinco meses antes de las elecciones del 30 de octubre de 1983 como parte del plan sistemático de represión ilegal. "El hecho de haber ideado que sus muertes habían sido producidas en el marco de un enfrentamiento entre ellos -subversivos- y las fuerzas de seguridad, tuvo por objeto influir en la población en general a través de los medios masivos de comunicación, generando -como se dijo- la errónea creencia de la existencia de un peligro de infiltración de las organizaciones armadas de los setenta en los partidos políticos tradicionales, todo ello para dejar instalada la siempre posible necesidad de su retorno y a la vez, preparar el terreno que finalizaría con el dictado de la ley de auto amnistía, que significó desde luego, su tan oretendida impunidad", expresó Villate.

El representante del Ministerio Público recordó que "Cambiaso y Pereira Rossi, luego de permanecer en cautiverio por algunas horas en la ciudad de Rosario y haber recibido golpizas y torturas, incluido el paso de corriente eléctrica; fueron trasladados en vehículos por la Ruta 9 y luego entregados maniatados y amordazados en el norte de la Provincia de Buenos Aires a una patota integrada por Luis Abelardo Patti, Juan Amadeo Spataro y Rodolfo Dieguez, por entonces funcionarios policiales de la Provincia de Buenos Aires, más precisamente agentes del Comando Radioeléctrico dependiente de la Unidad Regional de Tigre; quienes continuaron con el último tramo de la privación ilegal de la libertad, para finalmente concluir con lo planeado dándole muerte a las víctimas en la localidad de Lima, Partido de Zarate de la Provincia de Buenos Aires, mediante disparos de arma de fuego en un camino rural perpendicular a la Ruta Nacional 9 en horas de la tarde del mismo día".

Villate puntualizó "los hechos traídos hoy a juicio se llevaron a cabo con la complicidad de las más altas esferas de las Fuerzas Armadas de nuestro país, y por la intervención de diferentes fuerzas: personal del Ejército perteneciente al Destacamento de Icia 121 y personal de la policía de la provincia de Buenos Aires, las que a su vez tenían diferentes circunscripciones territoriales de actuación: Zona de defensa 2 y Zona de defensa 4". Villate y Reynares Solari continuarán con los alegatos este miércoles próximo, a las 9.30, en Oroño 940.