La Municipalidad denegó en cuatro oportunidades a integrantes y conocidos de Juan Carlos Cabrera, conocido como el Indio Blanco, nuevos pedidos para reabrir un bar en Callao 125 bis, donde funcionaba el cabaret La Rosa Sexy Bar, clausurado e inhabilitado en el 2013. El dato fue relevado ayer por la concejala María Eugenia Schmuck (Bloque Radical), autora de la ordenanza que prohíbe la apertura de whiskerías y cabarets en la ciudad. "No puedo habilitar un rubro en el lugar que es muy fácil de tergiversar, a un tipo que fue el empresario de los cabarets y whiskerías, es como darle un criadero de ovejas a un lobo", dijo Schmuck a Rosario/12. En este marco, la edila anunció que presentará un proyecto de ordenanza para que, además de rechazar un pedido de habilitación ante la reiteración de faltas graves, se inhabilite a las personas, familiares o sociedades comerciales que lo solicitan para abrir un negocio en la ciudad.

El primero de los cuatro intentos del Indio Blanco, procesado en una causa por facilitamiento y promoción de la prostitución, que espera sentencia en juicio, para reabrir el lugar donde funcionaba La Rosa, fue en julio del 2013. El pedido lo realizó una sociedad anónima llamada Gold Night, integrada por Maricel Reina y María Eugenia Cerana. Cuando la Municipalidad, a partir de un procesamiento administrativo, preguntó quién era el verdadero titular del emprendimiento, desisten del pedido.

En la segunda oportunidad, la que hace el pedido en el 2014 para habilitar un bar con amenización musical y bar restaurante con espectáculos en vivo es Micaela Mabel Martín, hija de Mariela Alejandra Otta, quien figuraba como titular de la habilitación del cabaret Palacio Berlusconi, también clausurado por el municipio, y del hotel que funcionaba al lado de La Rosa. Además, como mandataria figuraba una de las mujeres de la SA que había desistido en el primer intento.

El nivel de impunidad quedó claramente reflejado en el tercer intento. La firma que solicitó la habilitación por tercera vez, también en el 2014, fue la SRL Indio Blanco. Pero cuando le solicitaron más información, volvieron a desistir. Finalmente, en el 2015, el pedido lo realiza nuevamente Otta, quien también esta procesada en la causa.

La Dirección de Asuntos Jurídicos de la Municipalidad, tras realizar un análisis de las irregularidades que hubo en las cuatro oportunidades, incluso en una de ellas no se acreditaba que el documento de identidad presentado como fotocopia no era válido, no hizo lugar a los pedidos. En el dictamen, emitido este año, vuelven a negar la solicitud a partir de la existencia de una investigación penal en curso, en la que están procesadas dos de las personas involucradas en los pedidos, y porque al sexy bar de Callao 125 bis le dieron caducidad de habilitación por reiteración de faltas graves.

Estas razones, argumentaron luego desde la Dirección de Habilitaciones, son de interés público que le brindan el fundamento jurídico para rechazar los pedidos para reabrir el lugar. "No puede pasarse por alto la cuestión relativa a la llamativa interrelación entre los sucesivos titulares y mandatarios del trámite, ya sea por su vínculo societario o por identificación de domicilios, algunos de los cuales son investigados penalmente o les ha pesado la caducidad de la habilitación de anteriores emprendimientos... Sin soslayar la coincidencia de que se trata del mismo inmueble en el que funcionó el emprendimiento que oportunamente se clausurara y derivara en una investigación penal", señalaron.

Además de coincidir plenamente con el dictamen, Schmuck planteó que "políticamente, a pesar que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, no puedo habilitar un rubro en el lugar que es muy fácil de tergiversar, y a un tipo que fue el empresario de los cabarets y whiskerías".

Para la edila radical, la otra cuestión está vinculada a la normativa. "Tenemos un proyecto, que estamos reformulando en función de estos pedidos, planteando que ante la reiteración de faltas graves no sólo haya caducidad de habilitación, como los establece el Código de Faltas, si no que las personas, ya sean titulares, familiares o una sociedad comercial, no puedan habilitar más un negocio en Rosario. En este caso, ni siquiera busca testaferros", adelantó Schmuck.